En el siglo V antes de Cristo Aristófanes escribió una obra en la que las mujeres protagonizaban una exitosa iniciativa para conseguir la paz: "Lisistrata". Pero como al fin y al cabo Aristófanes era un autor de comedias, hizo utilizar a sus pacifistas una estratagema pícara; hartas de que sus maridos se pasasen la vida ? y la muerte- en la guerra, las mujeres de las diversas ciudades griegas, enemistadas entre sí, iniciaban una huelga de sexo que terminaba por obtener el resultado deseado, es decir la paz.
Aristófanes sabía que, en términos generales, las mujeres están más por labor del diálogo y el pacto que por la confrontación. Lo que no sabía, el pobre, era el largo calvario que muchas de ellas tendrían que recorrer precisamente por eso; por no ser partidarias del uso de la fuerza y por no tener a Lisistrata como libro de cabecera.
Viene esto a cuento porque ando estos días con el rebufo de uno más de los insoportables "días"; el "día internacional de la mujer". Parece mentira, pero nos desayunamos cada día con dicho pleonasmo y no hay nadie que denuncie la tontería de estos "días" ni la función de cortina de humo (tan conveniente a ciertos poderes) que cumplen tales fastos.
Lo que nos debería importar es la persona y no la mujer, el niño, el anciano y el bla, bla, bla. Lo que nos debería importar realmente es que las personas tengan una calidad de vida que no las lleve a colapsar las consultas médicas por estrés y depresión y que la famosa ley de igualdad se sustituya por la igualdad de hecho, es decir la igualdad de oportunidades que es la base de la libertad y que se consigue con amores y no buenas razones.
Aunque, sí es cierto lo que dice mi amigo el cínico (y casi siempre lo es) de que la igualdad entre hombres y mujeres sólo se habrá conseguido el día en que se nombre a una incompetente para un cargo importante, entonces vamos bien.
No a las mujeres de los políticos y afanadores, que miran hacia otro lado- cuando no son cómplices ? y sí a las lisistratas a ver si ellas lo puedan resolver.
Por cierto, Mariano ¿por qué no llevas a Elvira al teatro?