En tan sólo dos días se han agotado las 2000 inscripciones para la III Media Maratón de Salamanca que se celebra en marzo, está claro que son muchos los apasionados de ponerse las zapatillas y salir a correr, y eso que parece a priori un deporte solitario.
Ya forma parte del paisaje urbano ver a corredores por las calles de la ciudad, y podríamos decir que a cualquier hora del día, pues los hay madrugadores, que salen antes de que los niños se despierten o antes de ir a trabajar, otros aprovechan las últimas horas del día, por supuesto los fines de semana se multiplican y se ven por todos lados y a todas horas.
Me confieso uno de ellos, desde hace unos años y con la excusa de estar en forma y mantener el tipo, comencé a correr de vez en cuando, ahora forma parte de mis rutinas y si por algún motivo pasan varios días sin que pueda salir un rato a correr lo echo realmente en falta. Puedo escaparme en cualquier momento, de hecho si tengo un rato es a lo que me gusta dedicarlo, antes salía con cascos para ir escuchando música, ahora salgo para dialogar, la mayor parte de las veces conmigo mismo, porque es un rato donde mi cabeza se libera de tensiones acumuladas, reflexiona de manera oxigenada y como premio, al finalizar el esfuerzo, queda la grata sensación de estar a gusto con uno mismo. Otras veces el diálogo es con mi buen amigo Paco, con el que quedo cuando podemos los dos, convirtiendo la carrera en una conversación a veces banal, a veces profunda y siempre gratificante.
El dos de marzo más de 2000 personas se darán cita en una carrera de 21 kilómetros, una carrera multitudinaria hecha después de miles de kilómetros corridos en solitario o en pequeños grupos entrenando para este día, seguramente, para cada uno de los que estemos ese día en la línea de salida, salir a correr significa algo distinto, y seguramente compartamos muchas de las sensaciones que nos provoca esta pasión. Cada uno de tiene su propia meta y para todos habrá éxito y recompensa.
¡Ánimo campeones!