OPINIóN
Actualizado 11/02/2014
José Luis Sánchez

Existen varias formas de entender el ejercicio de la política según la ideología de cada uno y la manera que se tenga de comprender la sociedad: conservadores, liberales,  progresistas? o derecha, centro, izquierda son las más representativas si dejamos a parte populismos y dictaduras. En la década pasada, durante la bonanza económica, se quiso extender la idea de que las ideologías estaban pasadas, que habían sido superadas y que lo importante era tomar decisiones prácticas sin pararse a pensar en esas cosas. Fue el ataque de los Neos (neoliberales y neoconservadores) que con esos argumentos buscaban, y consiguieron, desactivar a la sociedad y ponerse una piel de cordero que camuflase sus mandíbulas de lobo. Una estrategia que a la vista de los resultados estaba bien estudiada.

Desde un tiempo a esta parte el argumento ha cambiado y la pasividad de la sociedad y el desánimo se plasma en la frase "todos son iguales", expresión vieja y manida, sí, pero actualmente muy reforzada por las actuaciones de nepotismo, injusticias y corrupción que estamos sufriendo. Curiosamente aquellos que defendían la era post-ideológica ahora se quejan de la actual situación y en una amplia mayoría, esto es una valoración muy personal,  seguirán quejándose, se abstendrán en las urnas o votarán a los de siempre por inercia.

Pero existe otra forma de entender la política y de hacerla. Quienes entienden que ésta es un medio para alcanzar un bien común, quienes creen realmente que un político no es sinónimo de privilegio sino de responsabilidad ante una ciudadanía que quiere participar, hablar y ser escuchada.

En esta semana puedo poner dos ejemplos de esta nueva política:

Miranda de Azán, municipio adscrito al Bien Común,  tiene la buena práctica de ser transparente en sus cuentas y publicarlas en su webwww.mirandadeazan.com, pero esta semana da un paso más y el sábado convocará una asamblea vecinal para, entre todos, decidir la mejor inversión para los Planes Provinciales de Diputación. Un pequeño paso encaminado a unos presupuestos participativos.

El otro gesto es el proceso abierto de Izquierda Unida para elegir, de manera participativa, a los candidatos y candidatas que formen la lista a las elecciones europeas. También la elaboración colectiva de su programa electoral. Hacer partícipe a los agentes sociales (sindicatos, organizaciones, plataformas, etc.) y corresponsables a la ciudadanía. Darles voz y voto en todo el proceso y no solo que refrenden lo decidido por unos pocos en cónclave cerrado. Para mí esto significa madurez democrática. Es muestra de un compromiso social, o de una política comprometida con la sociedad, como mejor se quiera definir

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