No me refiero al deseo de éxito de los actores en el día de estreno de una obra teatral, hablo de unas cuantas obras artísticas en las que aparecían imágenes escatológicas sobre las cabezas de determinados personajes de cierta consideración (léase Bárcenas o la mismísima princesa Cristina). Esta semana y por enésima vez, la censura ha atacado la libre expresión en esta "culta y muy noble ciudad de Salamanca". No sé que piensan los salmantinos de que estemos en boca de los informativos nacionales porque su Ayuntamiento ha retirado el apoyo al artista Ausín Sáinz, y ha cancelado una exposición suya con los cuadros arriba reseñados que se iba a desarrollar en el espacio Julián Sánchez El Charro, espacio anejo y realizado a la par que el ilegal Corte Inglés, un hecho así resulta simplemente vergonzoso.
Sobre la calidad técnica del trabajo del artista no voy a opinar porque no he podido ver su obra en directo, no ha habido oportunidad, sí he visto su página en las redes sociales y lo que muestra, al menos temáticamente, es simplemente coherente. Tiene una visión ácida y corrosiva de los acontecimientos políticos y de corrupción que la clase gobernante de este país viene ofreciéndonos a diario, por tanto, están en boca de todos, de grandes y pequeños, hombres y mujeres, niños y ancianos, todos, absolutamente todos, sabemos lo que está pasando y es lógico que pensadores, periodistas, dibujantes, escritores, y, como no, los artistas, lean e interpreten sin cortapisas lo que pasa a nuestro alrededor dándolo a conocer ¿cómo? pues sorteando como se puede al poder. Este, algunas veces, deja hacer para que parezca que hay libertad, sobre todo si llega a poca gente o si las formas son lo suficientemente sutiles e inteligentes que el poder no se dé cuenta, otras instrumentaliza al bufón de turno y lo usa a sabiendas de que su efecto pasará rápido a mayor gloria sin que las heridas sean percibidas, pero hay ocasiones, a veces un tanto incomprensibles, que el poder ataca como un poseso para salvar su "decencia" si prevé que va a salir mal parado.
El argumento peregrino de que los niños se iban a escandalizar viendo las obras de Ausín Sáinz es, cuando menos, de una torpeza rayana en la estulticia y el de que la obra que se iba a exponer no figuraba en el proyecto y, por tanto, el artista habría engañado deliberadamente al un consistorio que tragó hasta que se dio cuenta que lo estaban engañando, me recuerda que en el mismo sitio en el que se iban a exponer las obras el propio Ayuntamiento ha sorteado a la mismísima Justicia durante años haciendo creer, esto es, engañando de verdad a la ciudadanía, de que todo era legal. ¿Saben aquello de que cree el ladrón que todos son de su condición?
No señores ediles, a ustedes lo que les mueve es la más PURA OCULTACIÓN DE LO MALO, ya lo decía hace un par de semanas en esta mismas páginas, en la España fascista nunca ocurrieron cosas como los trenes que chocaron en un túnel de la línea de Madrid a Orense allá por los años 40, en el accidente ferroviario más importante que ha habido en España hasta el de Santiago ocurrido el año pasado. En el de Orense que no se sabe cuántas decenas de personas murieron, tampoco explotó el polvorín de Peñaranda, ni se fusiló a nadie, ni los españoles emigraron porque aquí pasaban hambre, ni la corrupción de Sofico tuvo que ver con ningún ministro franquista, por citar algunos casos, todo lo malo venía de pérfida Albión y España era el paraíso terrenal donde todo era maravilloso y con marca España, exactamente igual que en los periodos de legislatura pepera en esta cosa llamada democracia: Prestige, metro de Valencia, 11-M, emigración en masa al extranjero de jóvenes, Gürtel, burbuja inmobiliaria, sentencias en contra del ayuntamiento que pagan los vecinos (por cierto, hasta con gusto en muchos casos), personas hambrientas que mueren a decenas por querer salir de la miseria al entrar en España bien sea a tiros o porque se ahogan en Ceuta o por heridos por cuchillas criminales en Melilla, caso Bárcenas, casa real, ¿sigo?. En todos los casos que he nombrado apenas han pagado por ello unos pocos, existe una mano negra que ampara y oculta todo lo malo, y lo peor es que les da resultado, muchos españoles les siguen votando en masa, entonces pues, habrá que sacar alguna conclusión, la ocultación de la verdad les hace fuertes y media España sigue siendo fascista o por interés, por miedo, o por ambas cosas a la vez o por ignorancia, que no sé qué es peor.
En esta "unipensante" (perdón por el vocablo) Salamanca, algunos ya hemos experimentado en carne propia acciones de amordazamiento y represión semejantes, todo el mundo lo sabe, y ahí se enmarca la aplicación de la censura, no quieren que se vea clara y rotundamente la mierda que tienen en la cabeza, propiciando que algunos artistas piensen en sacar tajada promocional de tan penosas como lamentables actitudes, que no sé si este el caso.