No es fácil ser hoy buena gente. O te quedas o te pasas. Es como jugar a las siete y media: si por bueno aceptas las cosas quizás dejas de serlo, pero si por bueno te encabritas aunque sólo sea un poco también dejas de serlo. Pero no es lo mismo bueno que amansado y hay mucha distancia entre la bondad que resiste y la imbecilidad que ni se da cuenta o disimula.
Sin embargo es interminable la lista de las buenas gentes de hoy por el ancho mundo. Incluso a veces pienso que quizás hay un problema de perspectiva, como si cuatro árboles de mierda te impidieran ver y admirar la hermosura del bosque. Pero parece principio comercial inalterable que para vender unas páginas de papel prensa o colocar un programa de choque con alta audiencia no hay otro camino que amontonar en primer plano y a todas horas los cuatro árboles de mierda. El principio es cierto y el público, eso cree, acaba decidiendo.
Porque el público somos nosotros, usted y yo. Y al final, usted y yo, vemos lo que vemos, leemos lo que leemos y acabamos siendo lo que vemos y leemos. Y estamos así perfectamente preparados para ver y leer lo que está previsto. Para empezar de nuevo. La estadística está servida.
Sin embargo es interminable la lista de la buenagente que queda fuera de pantalla como si no existiera. Millones y millones de personas de buen corazón, de servicio pronto, de trabajo bien hecho, de abrazo sin reparos, de amorosa entrega a millones de causas buenas y un etcétera sin fin. Y ahí entran todas las gentes del norte y del sur, negros y amarillos, blancos y cobrizos, padres, profesores y curas, parados y políticos, madres solteras y madres casadas, abuelas y monjas, policías y supuestos maleantes? Y casi seguro, en lo que cada día se nos alcanza, usted y yo.
Y esta fila sin fin es esencial para un juicio justo sobre nuestro mundo y su gente. Aun con la carga de pobreza y de violencia que el mundo tiene que levantar cada día, es un mundo mucho mejor de lo que aparece y de lo que parece. Habrá que empujarlo cada día, porque queda mucho camino y mucho mundo por delante, pero sin duda es muy diferente del que interesadamente nos es presentado cada día.