OPINIóN
Actualizado 13/01/2014
Cipriano Pablos

El inmunólogo francés Jacques Benveniste tuvo la ocurrencia un día de atribuir al agua, sin demostrarlo, una propiedad desconocida: la memoria. Y esto lo hizo para explicar las propiedades curativas de los preparados homeopáticos.

Estos productos homeopáticos se preparan mediante sucesivas diluciones en agua. Por cada unidad de sustancia o extracto puro se añaden 10 partes de agua. Se mezcla hasta homogeneizar y se vuelve a tomar una parte y otra vez más agua. Así hasta treinta veces, mínimo. A esta trigésima mezcla se la conoce como C30. La probabilidad de que se conserve alguna molécula de la sustancia o extracto que se puso en la primera dilución es prácticamente cero a partir de la dilución C24. La homeopatía, que no es una ciencia, dice que cuantas más diluciones, más potente es el preparado. Los hay que llegan a las doscientas (C200) y más. El rigor científico brilla por su ausencia.

Y aquí entraría la "ocurrencia" del francés: el agua tiene memoria. Mientras las diluciones, por muchas que sean, se hagan tomando una parte de la dilución anterior, el agua y su memoria de elefante harán que se mantengan e incluso potencien las bondades del extracto o sustancia añadida al agua.

Viene a cuento esta historia porque el Gobierno español tiene previsto regularizar la venta de estos productos que se venden en farmacias, parafarmacias? sin control de calidad alguno, siguiendo directrices europeas, basadas en consideraciones políticas y económicas, que no científicas.

Llama poderosamente la atención que las grandes multinacionales del medicamento no se quejen, cuando investigar una sustancia realmente curativa lleva largos años, grandes inversiones, mucho estudio y le necesidad de demostrar sus propiedades curativas con el mínimo de efectos secundarios. Un preparado homeopático no tiene que demostrar propiedades curativas, sólo que no hace daño. No se quejan porque muchas de ellas se metieron hace tiempo en este campo, buscando negocio, que no resultados.

Andamos a vueltas con los copagos, el ahorro en medicamentos y darle cobertura a los homeopáticos, puede ser otra vía para ahorrar, aunque la gente no se cure. Es cierto que los placebos funcionan en algunos casos, dependiendo de las características psicológicas/psicosomáticas del paciente. Sólo al efecto placebo se le puede atribuir alguna propiedad curativa al preparado homeopático.

A quienes crean en estas cosas, y en los curanderos? yo les recomendaría un preparado que ha hecho muchos "milagros" y es más barato: se presenta en "grageas" de colores, se vende en los kioskos, una maravilla: los LACASITOS.

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