Otro año que me he quedado sin bicicleta?. Bueno, no pasa nada, me conformo. Seguiré esperando y me la volveré a pedir para el próximo año. Intentaré portarme bien, que luego me hago mayor y ya no tiene gracia ni voy a tener la misma ilusión por ella.
El otro día escuché un señor que se llama Juan José Millás, escritor, que le gusta mucho a mi padre, decir que: "La vida pasa muy deprisa, que él de pequeño se agachó a abrocharse los cordones de los zapatos y cuando se incorporó ya tenía treinta años". Ya le he dicho a mi madre que no quiero zapatos con cordones.
A lo que iba Majestades, que me pierdo, dos cositas, la primera: ¡Gracias por traerme unas pinturas Alpino! Me sirven para escribiros esta carta y pintar cada día mi arco iris, aunque esos días amanezcan nublados (no me llaméis repipi). La segunda: ya sé que estáis volviendo para Oriente y como tenéis que pasar por Madrid, allí a la derecha, según se entra cuando se va desde Salamanca, hay un Palacio que llama "Palacio de la Moncloa", ¿sabéis? estuve yo hace dos años, fui de excursión con el Colegio y conocí a un señor, que lo llamaban Presidente, que me pareció muy majo, cuando hablaba de sus dos hijas y de las mujeres de su país, se emocionaba. También se emocionaba cuando hablaba de los jóvenes que por culpa de una cosa que llamaba crisis, tenían que marcharse al extranjero a trabajar. Ahora ya no está, está otro, ya me supuse yo que le quedaba poco de estar allí por su forma de hablar aquella mañana. Pues para ese otro (creo que se llama Mariano) quiero que le llevéis un recado Majestades (Ya que me he quedado sin bici) espero que este deseo se cumpla, no por mí, por toda esa gente mayor que conozco, que veo que lo está pasando mal, muy mal. Yo no entiendo de esto que voy a pedir, pero lo escucho, " que se deje ya de reformas y recortes y que haga de una vez por todas una cosas que llaman reforma fiscal, que no se atreve, para que paguen más los más que tienen, y los que menos tienen puedan vivir un poquito mejor". Eso que dicen "Justicia Social", lo que defienden unos señores y una profesión a la que me quiero dedicar cuando sea mayor, Graduado Social. Espero que me guardéis el secreto de esta carta, que luego mis padres me castigan por meterme en jaleos que no son de mi edad, dicen?
¡Ah!, perdonad que os escriba en verde, es mi color preferido, es el color de la esperanza.