¡Qué bien! ¡Qué maravilla! Hemos entrado en el año de la RECUPERACIÓN, se acabaron los problemas. El gobierno en un ataque de optimismo nos recuerda en estas fechas lo bien que lo están haciendo; cada día uno o varios ministros cantan las virtudes y los logros obtenidos, coincidiendo todos ellos en el mismo discurso nos estamos recuperando. A este ritmo pronto volveremos a escuchar el célebre España va bien de Aznar.
Mientras tanto el déficit no se ha cumplido, las pensiones en un alarde de generosidad han aumentado el 0,25%, lo que supone un aumento de 50 céntimos en las pensiones más bajas, el salario mínimo interprofesional se congela, lo mismo que el de los funcionarios, al tiempo que se aprueba un aumento de la luz del 2,3%, los peajes de las autovías un 2%, lo mismo que los viajes en tren de media distancia (son los que llegan a nuestra ciudad) y algunos medicamentos aumentan el IVA del 10 al 21%
Con estas medidas ¿quiénes se recuperan? El optimismo de los distintos ministros no coincide con el pesimismo cada vez mayor del pueblo llano que ve como su capacidad adquisitiva se ve disminuida con cada medida adoptada por los gobernantes.
Y para rematar la recuperación están surgiendo por toda la geografía expertos, listillos y gurús que pretenden enseñarnos a ahorrar mediante tertulias, programas, talleres y diversas formas, todas ellas bien subvencionadas con dinero público a través de las distintas entidades.
Nos quieren educar en cómo ahorrar en el consumo de energía, ahorrar en el recibo de la luz, ahorrar en el transporte, ahorrar en la cesta de la compra; si cuesta llegar a fin de mes, si algunas calefacciones han dejado de encenderse, si se reduce el uso del horno eléctrico, la lavadora, las bombillas, si cada vez aumentan los gastos y disminuyen los ingresos, y muchos carecen de ingresos ¿Qué lecciones nos quieren dar?
¡Viva la recuperación! ¡Viva el optimismo! Algún día ¿España irá bien?