La Junta de Castilla y León acaba de hacer pública la estadística de los donantes de órganos contabilizados durante 2013 y, como ya viene siendo habitual, se ha vuelto a batir un nuevo récord al alcanzar los 133, lo cual supone un 2,3 por ciento más respecto a 2012.
Solidaridad, pues, en torno a un sistema que parece convencer a casi todos por aquello de las casi nulas críticas que genera y es que, al final, los especialistas lo han hecho posible con el respaldo de la sociedad.
No ocurre lo mismo en estos primeros días del recién estrenado 2014 en el que la falta de actividad, sobre todo la política, están siendo aprovechados para echar más leña al fuego sobre la polémica reforma de la ley del aborto promovida por Gobierno de España.
Y es que si recientes son las voces discordantes protagonizadas por algunos dirigentes del Partido Popular en torno a los cambios propuestos por el ministro Ruiz-Gallardón no lo son menos aquellas que intentan calmar los ánimos con expresiones como que "no va a haber fisuras".
Me da la sensación de que al ciudadano -aburrido y harto de tanto rodillo- le agrada y satisface que haya puntos de vista diferentes en torno a una misma cuestión y que no triunfe, como casi siempre suele ocurrir, la disciplina o el recurso de apelar al programa electoral cuando conviene e interesa. Ya se sabe que, precisamente, esa 'hoja de ruta para cuatro años' se confecciona para no cumplirla porque para eso está el recurso tan manido del desconocimiento de situaciones heredadas.