Este año, como todos desde que recuerdo, encontraréis a los pies del sofá los zapatos de toda la familia y los míos. Estarán limpios, colocados en orden de menor a mayor, y los dejaremos esperando encontrarlos cargados de regalos al despertar de la mañana de Reyes, una mañana única en el año y diferente a cualquier otra. Os espero con la misma ilusión de mi niñez, con los mismos nervios y con esa sensación maravillosa que envuelven las sorpresas que siempre vosotros creáis.
Sois una ilusión maravillosa en un mundo en que apenas se deja hueco a la imaginación y a la fantasía, sois la esperanza de poder seguir siendo niños al menos una vez al año, sois el recuerdo de las mañanas más felices de nuestras infancias?sois un sueño que se torna realidad y nos hace creer que todo es posible.
Solo hay una cosa que deseo pediros: seguid visitando mi casa cada 5 de Enero y devolviéndome la ilusión, la fe y la esperanza porque si de algo estoy segura es de que, ya puedo peinar canas, seguiré dejando mis zapatos y yéndome a la cama con el gusanillo en el estómago sabiendo que visitaréis mi hogar y os habréis acordado de mí.
Melchor, Gaspar y Baltasar: vuestra presencia colma mis anhelos y vuestra visita es mi presente, me transformáis en una niña cada 6 de Enero y esos instantes de tiempo me recargáis de ilusión para enfrentarme a las adversidades el resto del año. Sois la quimera de mi vida.