El estudio publicado la semana pasada en el prestigioso diario médico The Lancet [http://bit.ly/1bTE41M], pone de manifiesto que un aumento de 5 miligramos por metro cúbico en la exposición anual a las llamadas partículas finas, aumenta en un 7% las probabilidades de morir por causas naturales. Estas partículas finas son peligrosas porque, debido a su pequeño tamaño, penetran fácilmente en las vías respiratorias y provocan la inflamación de los tejidos, teniendo su origen, principalmente, en los motores diésel
Quiere la cosa que, irónicamente, este año 2013 fue declarado como Año del Aire, y está discutiéndose si debe aumentarse la exigencia para combatir la contaminación atmosférica a los estados miembros. Al igual que con el cambio climático, que ya no hay dudas al respecto sobre la incidencia humana, no dejan de aparecer estudios que relacionan la polución con distintas afecciones de salud.
Uno de estos últimos estudios, encargado por la Organización Mundial de la Salud, señala que debido a la contaminación, considerada carcinógena, durante el año 2010 se le pueden atribuir 223.000 tumores de pulmón mortales [http://bit.ly/1bD46na]. "Ahora sabemos que la contaminación no solo es un riesgo importante para la salud en general, sino también una causa ambiental de muerte por cáncer", afirma Kurt Straif, responsable de la clasificación de agentes cancerígenos en la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer ¿blanco, en botella o tetra brik, y sale de la vaca? Los políticos deberían tomarse muy en serio este aviso de la OMS y actuar urgentemente para mejorar la calidad del aire que respiramos.
Otrora consideradas como los sitios ideales para vivir, las ciudades pequeñas sufren, en numerosas ocasiones, la megalomanía de algunos de sus propios regidores y los proyectos que pretenden llevar a cabo. Muchos de estos proyectos están más encaminados a la cartera de algunos que al bienestar de sus conciudadanos. Sirva como ejemplo, la Ciudad del Medio Ambiente, en Soria, cuya urbanización acaba de ser anulada por el alto tribunal al considerar que el gobierno de Castilla y León se saltó el control de los tribunales y los ciudadanos, que no podían recurrir contra el plan urbanístico; las Cortes aprobaron un extraño texto legal, por llamarlo de alguna manera: dos páginas en el BOE de exposición de motivos, un artículo de cinco líneas, dos disposiciones y, ¡atención!, 164 páginas de anexos con los detalles de urbanización, que llegaban a fijar los kilovatios de las bombillas [http://bit.ly/1kGCjEu].
Vimos este sábado, a las 18:00 horas, en la Plaza Mayor, a bomberos de toda España manifestarse en apoyo a sus compañeros salmantinos, expedientados por protestar ante el gasto que supuso la Torre de Fuego, más de un millón de euros y que, según sus usuarios, los propios bomberos, no cumple unos requisitos mínimos. El actual alcalde de Salamanca, por aquel entonces Consejero de Interior, fue el encargado de anunciar el millonario proyecto. Y ha sido, igualmente, el que ha expedientado a los 16 bomberos, con un mes de empleo y sueldo, por quejarse "de la inversión millonaria, que ni correspondía con la calidad de la instalación ni servía de gran cosa" [http://bit.ly/1h7hrGy]. Está claro que los peperos, y peperas, no soportan que la gente utilice la libertad de expresión, para lo que no dudan en criminalizar cualquier tipo de protesta.
Ante las fotos aparecidas sobre las condiciones en las que está la dichosa torre [http://bit.ly/1h7hrGy], uno no puede por menos que preguntarse si, el día de la inauguración, la comitiva de políticos, además de para cobrar de la sopa boba y darse comilonas a costa del contribuyente, tiene la más mínima noción de lo que significa el término "vergüenza"? siendo la respuesta evidente.