OPINIóN
Actualizado 04/12/2013
Francisco Javier Blázquez

La que ha liado Pilar Salazar, hasta hace cuatro días alcaldesa anónima de Pastores, un pueblecito de cincuenta habitantes al lado de Ciudad Rodrigo. De repente se ha convertido en vedette de la chufla nacional. Todos los periódicos, emisoras y televisiones nacionales le han dado cobertura mediática, regalándole, según se suele decir, los dos minutos de gloria que hasta el último mono tiene derecho. Pero mérito tiene, hemos de reconocer, porque conseguir que todo el mundo hable de ti en los tiempos que corren, con la competencia que hay en la carrera del "famoseo", no es nada fácil. Y la señora Salazar, para desgracia de su pueblo, lo ha logrado. Olé sus? narices.

El caso es que el lunes, sin previo aviso, nos desayunamos con el notición estrella que por su calibre rebasó los espacios de la anodina información provincial. Unos números de la Guardia Civil, en cumplimiento de la legalidad vigente, tuvieron que retirar del Ayuntamiento la bandera de la Segunda República que la alcaldesa había ordenado colocar en la fachada. En esto no hay nada original, que la misma idea fue parida mucho antes por otros alcaldes en España. Lo que llama la atención, en este caso, son las justificaciones que le llevaron a tomar la decisión. ¡Átense los machos! Resulta que, según ella, la "alcaldesa pastoresa", ínclita donde las haya, "el gobierno del Partido Popular es ilegítimo y los regidores deben defender al pueblo soberano con una sola meta, implantar la República". ¡Toma ya! Hay muchas más perlas, pero la esencia es esta. Quien quiera más, si no lo ha leído aún, que busque la noticia publicada en este mismo medio el lunes pasado.

Vamos a ver, señora alcaldesa, sin acritud me dirijo a usted para decirle que con la solvencia intelectual, la capacidad argumentativa y la preparación socio política que demuestra poseer en la entrevista que le hace Salamanca RTV, sinceramente, sería perder el tiempo intentar explicarle ahora la legitimidad del gobierno del Partido Popular, la invalidez de la bandera republicana (y de paso también de la otra que siguió) y lo inextricable de la aseveración en la que se refiere a eso de la defensa del pueblo soberano mediante el reimplante de la Segunda República. Después de leer el desatino de sus declaraciones y verificar el caos mental que gasta, creo que ni aunque resucitase Manuel Azaña y le dijese unas cuantas cosas iba usted a entrar en razón. Que si el caletre está en barbecho? ni aunque resucite un muerto, como le dijeron a Epulón. Por eso intentar argumentar no conduciría a nada.

Mire usted, señora Salazar, alcaldesa que acaba de estigmatizar a su pueblo, sé que no voy a ser original, porque siendo usted como es se lo habrán dicho en más de una ocasión, pero me ha quedado dentro y lo tengo que soltar. Usted es tonta, porque dice tonterías, y quien enhebra sandez tras sandez, en mi pueblo y el suyo, tonto es. Y perdóneme, que no es mi estilo, pero es que su tontería ha debido ser monumental. Fíjese que, pese al consabido y probado corporativismo que los políticos siempre han demostrado con los suyos, ha faltado tiempo para que Julio Villarrubia y Fernando Pablos le hayan solicitado, sin contemplaciones ni paños calientes, que entregue el acta de concejal y se vaya para casita. Coincido con ellos, dedíquese a otra cosa, aunque sea a "verdulear" en los programas de la telebasura, que para este menester el currículum lo ha iniciado con muy buen pie.

 

 

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