OPINIóN
Actualizado 02/12/2013
Luis Márquez

Apaguen los dispositivos móviles, abróchense los cinturones, mantengan su asiento vertical y replieguen su bandeja,? El retumbar de estas palabras grabadas a fuego durante años, ahora  surgen como el bálsamo de fierabrás que permite, a  más de 6000 pies de distancia del suelo y aún aturdido por una especie de ruido de batidora, hacer parecer que las cosas suceden de otra manera, hacer llevar al olvido, aunque sea por un momento, el mundanal ruido.  Quizás porque el cielo nunca se unirá con la tierra.

El respaldo del asiento tieso como el cadáver de un bastardo, pone de manifiesto cada vez que subo, que la vértebra C5 aplaste con sutil espasmo el nervio radial y anestesie uno de los brazos durante la travesía. Mientras un ojo se cae de paracetamol, el otro permanece ávido a la lectura del libro que desde hace vuelos espero volver a re-leer. Es el único momento donde se despresurizan todos aquellos temas, asuntos y problemas que nos llenan la vida de prisa. No puedo dejar de pensar en cómo alguien pudo tener la genialidad de inventar un personaje como Oliveira y acto seguido ponerle delante a la Maga. Es aquí donde nace la diferencia entre aPtitud y aCtitud, entre quien describe esos ríos metafísicos y quien realmente los nada. Entre quien dibuja sueños y quien los vive. Es el momento donde se vislumbra algo tan cotidiano en nuestras vidas como quien se queja a voces y quien soluciona sin hacer ruido, como quien llora por nada y quien sonríe por todo. Es la manifestación de la importante diferencia entre el ser y el estar.

Ahora entiendo que los recuerdos solo pueden cambiar el pasado menos interesante,  ahora sé que no podemos hablar de etapas sin presuponer una meta.

De nuevo abróchense los cinturones, nos disponemos a aterrizar. Maldita sea!! Cierro el libro y viernes por la noche de vuelta a la cotidianidad, esa que sorprendentemente digerimos sin vomitar a base  de Sálvames de "valorex", de asesinos del Paro-t,  de expresidentes literatontos,  de un papa pseudohippie a papas capaces de matar, de Wert-ederos educativos, de leyes de transparencia paridas por corruptos o de UGTS enriquecidas con los más pobres,?

Y es así como los que nos iluminan son los ciegos.

Qué horror, hagamos algo para retornar del purgatorio al paraíso. Cada uno desde sus opciones, cada quien desde su mundo. Juguemos a la rayuela. Tengamos los pies en el suelo y empecemos a volar desde la tierra.  Sino por favor, que me suban de nuevo al cielo!!

There are more things in heaven and earth than are dreamt of in our philosophy.

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