En los años sesenta hubo un gran éxodo del campo a la ciudad. La motivación era económica, búsqueda de comodidad, oportunidades laborales menos duras y un paraíso de la diversión en la ciudad.
Los padres agricultores y ganaderos de Castilla y León querían para sus hijos algo mejor. Los callos de las manos, la supervivencia en las condiciones adversas, y el entendimiento de los ciclos de la naturaleza casi avergonzaba, no se valoraba como los conocimientos de los médicos o los abogados.
Inspirados en Lorenzo Milani, hace ya más de cuarenta años se ponía un rótulo en la estación de autobuses para los que llegaban de los pueblos que decía: " Ser agricultor es una profesión y no una condena". Esta frase quiere enorgullecer a las familias que han sido capaces de construir una vida digna en pueblos recónditos de nuestra geografía.
Con esta filosofía un grupo de educadores hemos creado una cooperativa social "La golondrina sayaguesa" para recuperar saberes de distintas comarcas con el asesoramiento de gente mayor y convertirlos en recursos laborales y de vivienda colonizando estos pueblos con jóvenes parados y sin un plan de futuro.
Ya estamos explotando actualmente una viña y un olivar en Villarino, un colmenar y dos viñas con su bodega y alquitara correspondiente en Moralina de Sayago, hacemos la matanza en una casa antigua de Muga de Sayago y todo esto lo presentamos a Europa como propuesta real para combatir la exclusión social en los jóvenes que deben buscar la emancipación a partir de los dieciocho años, porque no se pueden permitir acomodarse con sus padres hasta los treinta y tantos.
La experiencia de trabajo colectivo, el ejercicio al aire libre que permite ahorrarse el venerado gimnasio, y el compartir saberes, inyecta una dosis de energía nueva que sirve de terapia indirecta para los desánimos cotidianos y nos invade de una humildad aúrea que desmitifica las soberbias del poder político contaminante de la salud de la convivencia plural. Disminuir la dependencia de las corruptas organizaciones multilaterales nos libera y nos centra en ser personas honestas con los nuestros.