Los diferentes colectivos y gentes que integramos BALADRE vivimos en carne propia la brutalidad con la que el poder, es decir los bancos, corporaciones y élites económicas, políticos y fácticas, está gestionando la llamada "crisis".
Si el conjunto de la sociedad resiente las sistemáticas agresiones, bajo la forma de recortes de servicios por no hablar de la represión y la vulneración de derechos y libertades fundamentales, qué decir de los barrios dónde las vecinas y vecinos ya nacemos en una "crisis" permanente, sorteando cómo y cuándo podemos la precariedad y la exclusión que nos impone el capital killer?
En nuestros barrios las recetas de la troika, ejecutadas diligentemente por el Partido Popular y sus aliados de turno en los diferentes niveles de administración, suponen estrechar aún más nuestras ya mermadas posibilidades de una vida digna.
Allí dónde el capitalismo globalizado deposita todo lo que le sobra en su lógica de explotación y acumulación de beneficios, dónde convergen la enfermedad y la marginación, las personas expulsadas del mercado de trabajo o las que sobreviven con salarios de miseria, las noticias sobre la escalada de la desnutrición infantil, la pobreza energética o el hacinamiento familiar, cuando no los bajos de las marquesinas, al no disponer de un techo, suenan demasiado distantes, demasiado asépticas. Porque el abandono es la realidad cotidiana en los barrio-miseria de estos países "centrales" venidos a menos.
Mas también aquí ha prendido la semilla de la rabia por la injusticia, dolor y sometimiento. Una rabia que nos impulsa a apostar por reconstruir la trama social que los mercados se han encargado de romper, por poner tiempo y energía para convencer y convencernos de que tenemos derecho a vivir con dignidad y libertad, por dejar la voz en denunciar las condiciones de precariedad en las que vivimos, por socializar los cuidados y poner nuestras necesidades en el centro de la acción política.
Así han nacido multitud de iniciativas que buscan pasar de la resistencia a la autodefensa, basándose en el apoyo mutuo, en la resolución colectiva de problemas que nos plantean como individuales.
Así han nacido muchas de nuestras iniciativas puestas en marcha a lo largo de los últimos años en el barrio de Buenos Aires o del acompañamiento a personas privadas de libertad. Como otras tantas que han nacido en los diversos lugares del Estado.