OPINIóN
Actualizado 25/11/2013
Luis Márquez

Historia de Dedos.

Ya va para un  siglo cuando por aquella época nuestros abuelos luchaban por ideales impuestos  (de unos y otros). Ellos no hablaban de problemas laborales ni de paro estructural, si no de balas y fusilamientos al amanecer.  Su trabajo consistía en poder vivir el día a día. No había reformas laborales y sus Dedos se confundían entre el gatillo amenazador y el ocultamiento de sus ojos. Para muchos el analfabEtismo era su plan de estudios, su conciencia el miedo y sus casas,  techos de cielo y suelos de tierra.

Ya van más de diez lustros cuando sus hijos (nuestros padres), más allá de preocuparse por primas de riesgo y capitales extranjeros, alimentaban su alma yendo a misa y su estómago a base de trigo y patata. Eran pequeños cuando con sus Dedos auscultaban su órgano olfativo en busca de lo poco que había que llevarse a la boca. Crecieron sin conocer sindicatos, huelgas, ni salarios mínimos interprofeSionales, pero si conocieron, con el fin de construir sin pelotazos, el esfuerzo y el trabajo (concebido este último como consecuencia del primero.). Las universidades eran sutiles filtros de casta, pero se vivía en un ambiente de cátedra viva,  donde la lucha por los ideales y un futuro mejor era su leit motiv.  Si no podía ser aquí, extra muros encontraban su patria sin necesidad de beca erasmus.

En la frontera democrática nos decantábamos los que vinimos a este circo hace casi Treinta y diez años (I can´t believe that!!). Vivimos una infancia constitucional prostituida con el paso del tiempo, con algún sobresalto  democrático, algún naranjito en nuestras mentes y una tele que se fue transformando en arcoíris. Muy de vez en vez y solo cuando se daban la vuelta,  nuestro Dedo ya se levantaba para hacer peinetas a profes y padres,? Fuimos de las primeras hordas universitarias y llegando a la post adolescencia ya nos llamaban JASP: jóvenes aunque sobradamente pre-parados que pasábamos algún que otro lunes al sol. Y sí, hubo un momento en el que nos creímos galácticos y durante tiempo permanecimos adormecidos por el sutil aroma del dinero fácil con el que comprábamos cosas sin pagar. Un día de camino a la madurez, nos dimos de bruces  con la realidad que nos ahogó en burbujas y nos hipotecó a base de corrupción y  concepción de NINIS.

Estos últimos, nuestros Hijos (bisnietos de nuestros abuelos a la sazón nuestros padres) nacieron con una consola y un dispositivo móvil pegado al Dedo pulgar. Hubo un día en que el médico al verlo, pensó que no podría ser bueno, pero inmediatamente los padres se apresuraron a negar la prescripción facultativa y a prohibir la disección que permitiera separarlo, "no le fuera a hacer daño al niño.".

Vivimos tiempos en los que es necesario gestionar con la humildad que lo hacían nuestros abuelos, Esforzarnos como lo hicieron nuestros padres y tener la capacidad que tuvimos en su momento para cambiar la conciencia colectiva de generaciones posteriores. Debemos hacer comprender que sin esfuerzo, no hay recompensa. Que sin trabajo no se obtiene satisfacción. Que la aptitud nunca será sustitutiva de la actitud. Que la única solución paRa la preocupación es la ocupación. Ya es hora que pongamos los DEDOS, manos a la obra,?

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