Mi secretaria debe de estar alucinando todavía. ¡Grrfkkkstrtffggrrrr! era lo que me estaba oyendo decir por teléfono el otro día cuanto entró en mi despacho. Y la verdad, no es para menos; escuchar a una persona, de natural circunspecto, gruñir al teléfono cual si de un animalejo se tratara, sorprende a cualquiera pero es la única manera que he descubierto (les paso el truco graciosamente y sinroyalties, que conste) de poder comunicarte con cualquiera de la múltiples empresas que, de todos los tamaños y en todos los sectores se han apuntado, entusiásticamente, a la moda de sustituir a lo/as telefonistas en la atención al cliente por la maquinita parlante.
La secuencia es realmente desesperante; marcas el número del mal llamado servicio de atención al cliente, y una voz metálica comienza a interrogarte y a pedirte que respondas a través del teclado. En el caso de Telefónica ya es rizar el rizo, pues después de marcar o decirle a la maquinita "viva voce" tu nombre, apellidos, CIF, número de teléfono sobre el que deseas hacer la consulta, pulsar almohadilla, asterisco y el 1 el 2 el 3 y el arrastre.., llegas a una, generalmente, señorita sudamericana que, además de utilizar expresiones idiomáticas propias de su país y cultura (y ajenas a la nuestra) del estilo de "mande" "le comunico" "que se le ofrese" etc? te vuelve a pedir todos los datos que antes distes a la maquinita.
Armado de benedictina paciencia, mosqueado porque ya van 15-20 minutos de tu tiempo (lo he cronometrado) invertidos en que la factura siga corriendo en tu contra, y aún así, a pesar de todo, inasequible al desaliento, se los vuelves a dictar; nombre, apellidos, CIF de la empresa, número de teléfono? y de repente? ¡ZAS! en ese momento crítico y maravilloso en el que parece que al fin vas a conseguirlo, la comunicación se corta y, aunque no se lo crean ustedes, no te llaman "para atrás" no, no, de eso nada? si se ha cortado la línea seguramente será porque eres idiota y no sabes ni utilizar un teléfono; el hecho de que el CDC ("Centro de Desatención al Cliente") se encuentre en las Molucas, en Belice, o en cualquier otro paraíso de bajo coste y que esté atendido por personas remuneradas con salarios bajos y, lógicamente, con preparación igual de baja, no tiene nada que ver? por tanto, vuelves a llamar y ¡oh! ¡milagro! cuando se establece la comunicación, sueltas un palabro del estilo ¡grrfkkkstrtffggrrrr! y la amable y metálica voz del Matrix timofónico, te responde:
- Lo siento, no le he entendido, le paso con un agente. Increíble, pero funciona; lo uso con frecuencia y no falla. Por eso, les propongo una utilización masiva de la contraseña ¡grrfkkkstrtffggrrrr! quizás asi, las empresas mono-lítico-polísticas que nos explotan se den cuenta de que por nuestros euros merecemos algo más que ese servicio de desatención al cliente. Lamentablemente, el ejemplo está cundiendo e incluso en nuestra pequeña y curiosa "ciudad de servicios" hay empresas como la emisora del servicio de taxis donde nada más conectar, a cualquier hora del día o de la noche, te responden: -todos nuestros operadores están ocupados? Incluso ya hay bazares de todo a cien apuntados a la moda, al igual que muchos de nuestros políticos que, parapetados detrás de sus "segundos espadas", nos ningunean continuamente.