La cuerda siempre se rompe por la parte más débil.
Al plantearse actualmente la reforma administrativa, para que los gastos de las distintas administraciones no terminen por estrangular la economía del Estado: El primer paso que se pretende dar, es el ahorro de la calderilla con la reorganización municipal; principalmente encaminada hacía los recortes en los pequeños municipios.
Quizá sería bueno el pensar poner la economía al servicio de las personas y su calidad de vida. La concentración para el ahorro de costes en los servicios, bajo un punto de vista económico puede tener algún sentido, pero si lo miramos bajo un punto de vista humano, es probable que sea mucho más lo que se pierde que lo que se pretende ahorrar, con la paulatina supresión de esas pequeñas comunidades.
Si realmente se pretende servir a toda la sociedad y hacer el ahorro necesario para no asfixiar a los contribuyentes y dar alguna posibilidad al Estado, habrá que replantearse la situación de esas 17 autonomías, con 17 parlamentos a rebosar de parlamentarios, con 17 gobiernos con todos sus ministrillos correspondientes y un largo etc y etc?.de cargos y carguitos.
Claro que para hacer una buena operación se necesita el cirujano al que no le tiemble el pulso cuando haya que hacer uso del bisturí.