Leonarda Dibrani, una gitana kosovar de 15 años de edad, ha sido expulsada de Francia, país en el que vivía desde hacía años y estudiaba. Fue detenida por la policía cuando se dirigía en un autobús escolar a su centro de estudios. Detenida como una delincuente por carecer de la nacionalidad francesa, detenida y expulsada de inmediato de un país que años atrás rompió, en la calle como debe ser, muchas cadenas y terminó con muchos privilegios inmerecidos. El actual Presidente de la República, en un gesto magnánimo, le ofrece poder volver a Francia, sólo a ella, no así a su familia. "Estudios sí, familia, no" dijo, muy serio, este señor al pueblo francés, "la ley es la ley". A mayores, siete de cada diez franceses apoyan entusiastas tal decisión. Por los comentarios que he leído en los periódicos digitales parecería que los españoles no nos quedamos atrás. "Zánganos impresentables", "parásitos", "jetas que viven a costa de los demás" y otras lindezas se dicen también de tales personas en los foros patrios. Una música que, por desgracia, nos suena, Una melodía muy, muy triste y que fue precursora de una masacre en la que murieron muchos de esa misma minoría de zíngaros, y de otras más: judíos, homosexuales, Testigos de Jehová, enfermos mentales?Una matanza realizada en el corazón de Europa, en Alemania, en la nación más culta, que no civilizada, de Europa. Ayer se decía que ellos constituían una grave amenaza respecto a la "pureza de la raza" y hoy a "la buena marcha de la economía". (¿De qué economía?) Meditando sobre tales extremos, unos pocos, no obstante, nos hacemos esta pregunta: ¿Cómo puede ser que tan solo el 0,6% de la población adulta en todo el mundo, y en el año 2012, posea el 39.3% de la riqueza global; y, a su vez, el 91.7 % de esa población sólo posea el 17.7%? Proponemos en este punto el siguiente acertijo: ¿si el 1% son riquísimos en el mundo y el 90% perro flautas, quiénes son los parásitos?