El pasado domingo definíamos el envejecimiento, en una parte de él decía, es "un continuo y progresivo deterioro del organismo o una parte de él, como es el sistema inmunológico", que motiva disminución o pérdida de la capacidad de defensa y adaptación y les hace más vulnerable a padecer una o varias enfermedades, que agravan paulatina y progresivamente su estado de salud" como es sufrir y desarrollar infecciones, siendo más frecuentes e importantes en las personas mayores, por su fácil incidencia y alta frecuencia, como por sus frecuentes complicaciones, en ocasiones graves, a corto y largo plazo. Es por lo que se realizó un estudio de factores de riesgo y se estableció un programa de medicina preventiva primaria y así evitar el desarrollo de enfermedades, de forma importante las infecciosas en los ancianos. Entre esta profilaxis figura un programa de vacunaciones que producen inmunización y evitan la disminución o pérdida de defensas, que lógicamente deben ir acompañadas de mantener nutrición, hidratación aporte vitamínico y ejercicio físico (siempre adaptados a su estado de salud), así como medidas de vida higiénicas corporales, más frecuente en épocas de infección, preferentemente lavado de cavidad bucal y manos. Los ancianos que padezcan enfermedades crónicas ( cardiacas, pulmonares, diabetes, etc.) debe tenerlas bien controladas y compensadas.
Están perfectamente bien definidas las vacunas como "suspensiones de microorganismos vivos y atenuados o muertos o de porciones antigénicas de los mismos que se ponen en contacto con la persona para aumentar o producir inmunidad y evitar se establezca o desarrolle la enfermedad en una persona y con ello eludir el contagio a otras personas de su entorno".
El calendario de vacunaciones habituales en el mayor son:
.- Vacuna antigripal: Tiene buena tolerabilidad, es eficaz y segura (salvo en ancianos que la tengan contraindicada, por alergias, interacción con otros fármacos etc.). Puede motivar leve y corta sintomatología, mialgias, febrícula. Debe ser inyectada todos los años al principio del otoño, pues su actividad eficaz comienza a los 15 ó 20 días de ser inyectada.
.-Vacuna antineumocócica: Es bien tolerada, eficaz y segura. Rara vez motiva síntomas. Debe ser inyectada en todos los ancianos una vez cada cuatro o seis años. SU eficacia comienza a los diez o veinte días de ser inyectada.
.-Vacuna antitetánica: Es recomendable en todos los ancianos dada la alta gravedad y elevada mortalidad del tétanos. A pesar de ser una enfermedad poco frecuente, debería ser obligatoria en todos los mayores que viven en medio rural o en ambiente con entorno o actividades de peligro, salvo que tenga contraindicación sanitaria. Sí no hay contraindicación debe inyectarse una primera dosis. Dosis de recuerdo al mes, doce meses y diez años.