Hace unos días, los medios de comunicación de la ciudad recogían el anuncio de la próxima subasta de la sede de la Fundación del Colegio de Arquitectos de León (FunCOAL), sita en parte de la casa de Niños de Coro, la que da al Arroyo de santo Domingo, y una no puede por menos que echarse las manos a la cabeza y preguntarse, si no va a haber nadie que asuma la responsabilidad del atentado patrimonial que en su día se cometió con su construcción. Los arquitectos promotores (COAL) de un proyecto de dudosa necesidad como el tiempo se ha encargado de poner en evidencia (por qué será que me acuerdo de aeropuertos, contenedores culturales y otras obras faraónicas repartidos sin ninguna utilidad por el solar patrio) y en un enclave totalmente desaconsejable, por estar en zona declarada Patrimonio de la Humanidad, pero muy apetecible para sus ínfulas de grandeza, deberían de salir a la palestra y cuanto menos pedir perdón, aunque eso no sería suficiente, tendrían que asumir responsabilidades.
Y no sólo a ellos, sino también toda esa corte de "técnicos" y políticos que hicieron posible la consecución del mencionado proyecto, desestimando, para más inri, los escritos y alegaciones que "Ciudadanos por la Defensa del Patrimonio", presentó ante los organismos pertinentes para evitar el estropicio. Sí, porque sepan ustedes que para materializar el proyecto nuestros políticos, con el beneplácito de los técnicos, modificaron, ¿cómo no? el Plan Especial de Protección porque hubo que segregar la parcela (el patio o jardín de la Casa de los Niños de Coro), pese a la oposición del Comité del Patrimonio Mundial.
Se cuidaron "muy especialmente" de que el Plan General de Urbanismo de 2007 se ajustara como un guante a las peculiaridades del edifico. Y por último, lo peor, propiciaron la destrucción de buena parte de los importantes restos arqueológicos que se encontraron en el subsuelo, contraviniendo el informe arqueológico, que pedía su conservación. Y para cerrar el círculo, tampoco está de más recordar que el apoyo financiero para el proyecto, más de tres millones de euros, lo dio Caja Duero. ¡Faltaría más! Así se escribe la historia de nuestra ciudad.
*ISABEL MUÑOZ. Escritora y Presidenta de la Federación de Asociaciones por el Patrimonio de Castilla y León.