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Cambio de sexo
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Cambio de sexo

Actualizado 09/11/2015
Javier González Alonso

El árbol considerado como el más viejo de Europa, un Tejo, Taxus baccata, que podemos encontrar en el cementerio de un pequeño pueblo escocés, Fortingall, ha empezado a sufrir un fenómeno "raro e inusual", al que, de momento, no se le ha encontrado explicación. Este ejemplar, al que se le atribuye una edad de entre 2 y 5.000 años, ha empezado a dar bayas, cosa que no tendría nada raro si no fuera porque estamos ante un árbol macho. Según ha explicado Max Coleman, investigador del Real Jardín Botánico de Edimburgo [http://bit.ly/1AcDh9B], y la persona que encontró los frutos, esto puede sugerir que el tejo está sufriendo una mutación.

Quienes erigieron Stonehenge, hace aproximadamente 4.000 años, en el periodo neolítico, pudieron verlo como joven espécimen, de haber viajado hasta él. Una leyenda local asegura que Poncio Pilato, el quinto prefecto de la provincia romana de Judea, ya descansó bajo su sombra. En todo caso, nunca llegaremos a saber su edad exacta, pues sus partes más antiguas han sido arrancadas a lo largo de los siglos: en 1769 tenía un perímetro de 16 metros, pero, a pesar de no ser un árbol destacable por su belleza, o su altura, a partir del siglo XIX, los visitantes empiezan a arrancar astillas, como recuerdo, o amuleto para alcanzar, supuestamente, una vida lo más longeva posible, hasta el momento en el que se construyó un muro, que lo ha protegido desde entonces, y que le ha servido para apoyar algunas de sus ancianas ramas. Los últimos esquejes que se le han tomado, por la Forestry Commission Scotland [http://bit.ly/1iIc1ax], han servido para ser plantados tanto en el arboreto del Palacio de Scone, lugar donde se coronaba a los reyes escoceses de la Edad Media, como en muchos bosques del país.

Un árbol que ha aguantado toda la historia humana, desde las Pirámides hasta la llegada a la Luna, y al que el doctor Coleman ha prometido prestarle toda la atención que merece, pues las tres bermejas bayas han sido plantadas en sendas macetas esperando observar qué ocurre la primavera que viene. Si los plantones germinan, se habrá documentado la reproducción de un maravilloso árbol milenario que puede poner patas arriba, algunos de los paradigmas genéticos actuales.

Otras especies cambian de sexo, de hecho no es algo demasiado inusual, pero no en los árboles. La primera noticia documentada, sobre un cambio de sexo arbóreo, parcial, como le ocurre a nuestro protagonista verde, es del año 1837, también en Gran Bretaña. Nuestro "abuelo" adquirió su lado femenino por estrés medioambiental, según cree el doctor Coleman. Por su parte, Brian Muelaner, presidente del Foro de los Árboles Antiguos [http://bit.ly/1Q97QD8], cree que es una estrategia para la supervivencia del individuo, pues "el proceso de envejecimiento de estos viejos especímenes está dando paso a una nueva ciencia"? que es lo que inspira la curiosidad.

Más sobre el Tejo, Taxus baccata, en http://bit.ly/1MNE0DD

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