El Galán y la Rosa

Hoy me he levantado con el soniquete de una canción que no se me va de la cabeza... "a la dama de la rosa beellaa...". Es una canción muy antigua, un Canto de Boda, que todavía se canta de vez en cuando en alguna de las pocas ceremonias religiosas de ese tipo que todavía se celebran por estos lares: "... a la dama del galán que la lleeeevaa".

Y no sé por qué, pero cada vez que escucho o me viene a la cabeza esta canción me acuerdo de otro Galán que, acaso por extraños vínculos, relaciono con otra novia muy especial, una novia de hierro abandonada y descompuesta que se desmorona a escasos kilómetros de la vieja Villa que lo vio nacer.

El novio es Ignacio Sánchez Galán, presidente de Iberdrola, antaño Iberduero, empresa por antonomasia que pace en estas tierras y se nutre de nuestros ríos. La novia, la vía férrea de La Fuente de San Esteban a Barca d'Alva. En realidad, boda no ha habido, pero todos esperábamos un enlace de ese tipo (que no desenlace) cuando, hace algunos años ya, surgió un inesperado y breve cortejo que culminaría con el fulgor y la muerte de las recordadas Biclonetas.

Por desgracia, seguimos esperando desesperadamente.

Fue un proyecto espectacular que vio la luz, nunca mejor dicho, de la mano de Iberdrola y llenó de esperanza este viejo rincón de la provincia charra. Todos nos congratulamos entonces de la feliz unión: ¿qué mejor matrimonio que nuestro Galán más hacendado con nuestra más bella Rosa de Hierro?.

La Rosa de Hierro es un trazado ferroviario espectacular en el Parque Natural de Las Arribes del Duero, de ese Duero que dio nombre, fama y riquezas a la empresa que ahora prefiere reflejarse en otras aguas, pero que en sus orígenes bebió (y sigue bebiendo) del río que con criterio los romanos llamaron d'ouro, el río de oro.

Todos entendimos con naturalidad que nadie mejor que este novio para esta Rosa.

Pero el noviazgo duró demasiado poco: ¿Celos?, ¿inmadurez?, ¿desengaño?, ¿egoísmo?, ¿envidias...?

Sea por lo que fuere, a los pocos meses el noviazgo se frustró, se fue la luz y el apagón volvió a formar parte cotidiana de nuestras ví(d)as. Un apagón lleno de obstáculos, de olvidos, de desprecios, de falsas promesas, de mentiras.

¡Unos capullos!: ?. El padrino, y la madrina.

¿Y el novio?

¿El novio se mira en este espejo? ¿Nuestro Galán se ha fijado en esta Rosa?

No lo sé. Pero lo que sí es cierto es que, cada día que pasa, cada año que la incompetencia de nuestros políticos nos aleja más y más de la belleza de nuestra novia, más y más arribeños nos fijamos en él, en el Galán que podría vestir de blanco a la Rosa de nuestra ví(d)a y de esperanza a la zona que le vio nacer.

Don Ignacio... ¡va por usted!

FRANCISCO CARO