Conclusiones de la Cataluña postelectoral

Tras las elecciones catalanas del 27 de septiembre, que han copado las portadas de los medios de comunicación nacionales, el análisis post-electoral en los principales rotativos españoles se ha encaminado a decir que la población catalana ha rechazado la independencia. Personalmente, creo que esta afirmación está muy lejos de la realidad, pues las posturas anti-independencia no se pueden considerar ni mucho menos vencedoras en este sentido (no han alcanzado ni el 40% del voto), pero en el polo opuesto, el independentismo tampoco ha logrado superar sus elecciones en clave de plebiscito, pues no ha llegado al 50% de los votos. Lo único que se ha puesto en evidencia en estas elecciones es que hay un problema territorial en Cataluña de complicada resolución.

La principal pregunta en el día posterior a los comicios fue ¿ha ganado el sí o el no? Para cuya respuesta hay que partir del hecho de que no era un referéndum, aunque podría haber funcionado como algo parecido para los opciones soberanistas si hubiesen obtenido más de la mitad de los votos, pero el 48%, aunque cercano, no es más del 50%, independientemente de que en escaños las opciones del 'sí' tengan un 53%.

Porcentaje de voto a opciones respecto a la independencia

(Sobre votos a candidaturas)

Formaciones que agrupa cada opción: SI (Junts pel Sí y CUP); NO (C's, PSC y PP); Referendistas (Catalunya sí que es Pot y Unió).

Fuente: Elaboración propia (CJSF)

Y es que, si dejamos a un lado el voto en blanco (que en un referéndum no se computa para el resultado final), vemos que las fuerzas que se han apuntado al carácter plebiscitario de los comicios han sumado un 48'0% en el caso del 'Sí' y un 39'4% en el del 'No'. Por medio se situarían Catalunya sí que es Pot (CSQEP) y Unió Democrática de Catalunya (UDC), que no se han posicionado en este sentido, aunque sí han mostrado su voluntad de realizar un referéndum de autodeterminación, y que sumaron un 11'5% de los votos a candidaturas.

De este modo, lo único que han clarificado estas elecciones en la cuestión territorial es que existe una mayoría de catalanes que desea un referéndum de autodeterminación, pues esta opción, apoyada también por el independentismo, agruparía el 59'3% de los sufragios a candidaturas. Dicho sea de paso, intentar encuadrar a los 'referendistas', esto es, Catalunya sí que es Pot (CSQEP) y Unió (UDC), en el 'no' (como ha hecho buena parte de la prensa española) me parece una temeridad, pues CSQEP ha girado su discurso en la cuestión social y ha dicho respecto al "sí/no" que es partidaria de un referéndum simplemente, mientras que Unió también ha abogado por el referéndum, incidiendo en su discurso en el diálogo, la negociación y la necesidad de que se haga un proceso plebiscitario por vías legales. En todo caso, la potestad de convocar un referéndum en España es exclusiva del Estado según el artículo 149.1.32ª de la Constitución, debiendo ser convocado por el Rey a propuesta del Presidente del Gobierno, y una vez que éste haya sido autorizado por el Congreso (tal y como expone el artículo 92 de la Carta Magna), por lo que parece difícil que éste se vaya a dar, pues esta opción cuenta con la oposición de tres de los cuatro principales partidos españoles.

Favorables/Contrarios a un referéndum de autodeterminación

(Sobre votos a candidaturas)

Formaciones que agrupa cada opción: SI (Junts pel Sí, Catalunya sí que es Pot, CUP y Unió); NO (C's, PSC y PP).

Fuente: Elaboración propia (CJSF).

Volviendo a los resultados del 27-S, si aislamos los resultados de las formaciones que se han situado fuera de la dicotomía 'sí/no' y reducimos los mismos a los partidos que han mostrado una posición abiertamente independentista o anti-independentista en estos comicios, osease, Junts pel sí y CUP por el 'sí', y C's, PSC y PP por el 'no', obtenemos que un 55% del total de sufragios del "si/no" habría ido a las opciones independentistas, frente a un 45% que habría optado por las anti-independencia. La situación más igualada en esta dualidad la tendrían las provincias de Barcelona (52% sí, 48% no) y Tarragona (55% sí, 45% no), frente a Lleida y Girona, claramente posicionadas del lado independentista (70% si, 30% no, en ambos casos). No obstante, insisto en que en votos totales ninguna de las dos opciones ha alcanzado el 50% del voto.

Por otro lado, la prensa nacional parece haber festejado que el independentismo no ha llegado al 50% del voto en el total de Cataluña, pero no debería obviar ciertos hechos como que es incuestionable la victoria del independentismo en las provincias de Lleida y Girona, donde las opciones soberanistas han sacado el 63% y el 64% del voto respectivamente, la importancia que ha tenido este voto en Tarragona, donde se ha quedado en el 49%, así como en Barcelona (en el 44%), en la cual se ha quedado por debajo del 50% debido al voto anti-independentista del área metropolitana barcelonesa.

En este último caso, si aislamos el voto del área metropolitana, en el resto de la provincia de Barcelona las fuerzas independentistas se situaron en el 52% del voto (frente al 35% del 'No'), de lo que puede deducirse la importancia que ha tenido el voto de los emigrantes del resto de España residentes en el conocido como 'cinturón rojo' de Barcelona, de cara a que las opciones independentistas no hayan alcanzado el 50% del voto. De hecho, si dejamos a un lado la ciudad de Barcelona, en el resto del área metropolitana el voto a las opciones del 'no' ha superado el 50% del total de sufragios, mientras que las opciones del "sí" se habrían quedado en el 32%, situación opuesta a lo ocurrido en el resto de la provincia barcelonesa.

Voto respecto a la independencia en los principales

municipios del 'Cinturón Rojo' de Barcelona

Formaciones que agrupa cada opción: SI (Junts pel Sí y CUP); NO (C's, PSC y PP); Referendistas (Catalunya sí que es Pot y Unió).

Fuente: Elaboración propia (CJSF)

En el lado opuesto al área metropolitana barcelonesa, la Cataluña rural se ha posicionado abiertamente por las opciones independentistas y, de hecho, de las 42 comarcas catalanas, en 33 las opciones pro-independencia superaron el 50% de los votos (encabezadas por Pla de l'Estany, con el 83'1%, y el Priorat, con un 79'5%), frente a 3 en las que las opciones del "no" se erigieron con más de la mitad de los sufragios (el Baix Llobregat -50'4%-, el Tarragonès -50'9%- y el valle de Arán -56'6%-). Entre medias se situaron cinco comarcas en las que ninguna de estas dos opciones confrontadas alcanzó el 50%, teniendo el "sí" más sufragios en dos de ellas (Baix Camp y Vallès Oriental), y el 'no' en las tres restantes (Baix Penedès, Barcelonès y Vallès Occidental).

Pero saliendo del eje "independencia/statu quo" y yéndonos al "austeridad/anti-austeridad". ¿Qué situación ha salido de las urnas catalanas de cara a implementar las políticas económicas en dicho territorio? Todo parece indicar que el neoliberalismo y los recortes en gasto social continuarán siendo protagonistas de la escena política catalana, eso sí, escondidos tras una cortina de humo de discusión nacionalista/antinacionalista o, mejor dicho, nacionalismo catalán contra nacionalismo español. Y es que las fuerzas que más claramente se han posicionado en el sentido de incrementar notablemente el gasto social de cara a hacerlo prioritario, esto es, Catalunya sí que es Pot y la CUP, apenas han logrado 21 escaños juntos (un 15'5% del total parlamentario catalán). ERC, crítica con los recortes de CiU antes del pacto pro-independencia, aparece ahora diluida en una coalición, Junts pel Sí, en que la batuta la lleva Convergència Democrática de Catalunya (CDC), económicamente liberal. Esta bandera del neoliberalismo económico también la agitan C's y el PP (formaciones éstas que suman juntas el 26'6% de diputados). Y por medio de todos estaría el PSC, con el 11'9% de parlamentarios, teóricamente socialdemócrata pero que no se ha cortado en llevar a cabo políticas económicas neoliberales cuando ha gobernado (pese a que las critica cuando está en la oposición).

Composición del Parlamento catalán tras el 27-S

Siglas: JXSI: Junts pel Sí; C's: Ciutadans; PSC: Partit dels Socialistes de Catalunya; CSQEP: Catalunya sí que es Pot; PP: Partido Popular; CUP: Candidatura d'Unitat Popular; UNIÓ: Unió Democrática de Catalunya.

De esta manera, parece que, fuera de la discusión independencia sí o independencia no, la Cataluña de los parados, de la pobreza energética y de una buena parte de la población bajo el umbral de la pobreza, seguirá estando a la orden del día, porque quien habla de independencia no habla de redistribución de la riqueza entre los más pudientes y los más pobres, mientras que, quien habla de la continuidad de Cataluña en España, tampoco habla de dicha redistribución. Al fin y al cabo, mientras se hable del 'Espanya ens roba' o de la 'traición' de los catalanes, la corrupción de los Pujol, de la Gürtel, de los EREs o de la Púnica se quedará en un segundo plano, y el hecho de que la precariedad laboral campe a sus anchas o de que los ricos cada vez lo sean más y los pobres cada vez estén más empobrecidos, seguirá siendo un debate minoritario. La principal conclusión que saco de las elecciones catalanas es, por tanto, que seguiremos a tortazos entre territorios y, por debajo de ellos, estarán las necesidades de un pueblo asfixiado, sin trabajos dignos y con una huida de los jóvenes al exterior.