El ratón y el gato de SIETE

Esto es más preocupante y grave que las continuas peleas entre ratones y gatos (films animados de Tom y Jerry). Existe en la ciudad de Salamanca un cuerpo policial, Grupo SIETE (Servicio de Información Local, Escoltas y Técnicas Especiales), que muchos ciudadanos salmantinos acusan de no seguir la legalidad vigente en orden público, que se sobrepasan en sus cometidos, y que no son nada claros o transparentes. Es más, algunos concejales de la oposición aseguran tajantemente que sus actuales competencias no justifican la creación de esa unidad especial; no hay ninguna explicación para la existencia del G 7.

Por eso se ha creado una comisión especial del Ayuntamiento, para investigar presuntas irregularidades cometidas en su gestión y para analizar las funciones del denominado Grupo SIETE. La misión principal de este grupo de policías es según su jefe -a la vez jefe de la Policía Local salmantina? cazar ratones. Pues apaga y vámonos, que ya don gato, sentadito en su tejado, se está poniendo las botas con sus maquiavélicas manifestaciones.

Se comenta mucho ?es vox populi? en la redes sociales, en las tabernas, pubs y discotecas charras, los supuestos desaguisados de estos SIETE y de su jefe, a favor de algunos concejales de la gaviota azul, incluido el alcalde Mañueco. Dice este ínclito mandamás de los SIETE que "lo que piden los ciudadanos es que se cace ratones, sin importar quién es el gato que lo hace". Y se queda tan pancho y orondo. Esto es la repanocha: ¿y el gato ese no tiene normas que cumplir? ¿Es la cacería salvaje, sin ley? Los demás ciudadanos, para ellos los siete gatos, somos unos ratoncillos peligrosos o tontainas.

Ante el comité que investiga sus opacas actividades, el jefe sioux, el gato con botas, añade ufano "que si no existiera este Grupo SIETE, habría que inventarlo. Luego para rematar su despropósito y su insolencia verbal ante los concejales de la comisión, acusó de falta de interés y motivación hacia el servicio público que prestan los otros agentes de la Policía Local, que no pertenecen al G7.

Este menosprecio para el resto de policías lo justifican los concejales peperos y los jefes de la Policía municipal. Pero ya han sido contestados por los propios agentes y los grupos de la oposición: "los funcionarios de Policía estamos avergonzados de ser portada todos los días en los periódicos de Salamanca por culpa de una persona que no está a la altura de ponerse el uniforme de la Policía Local. Sus desafortunadas declaraciones menoscaban, gravemente, de forma clara la capacidad y el trabajo de 240 policías locales de Salamanca".

Y el sindicato de policías (SPPME) es más duro aún: "no vamos a permitir que el jefe de Policía Local más investigado de España, en estos momentos, se defienda poniendo en evidencia el trabajo del resto de funcionarios". Y recuerdan que este jefe "está siendo investigado por un presunto fraude al seguro, por trato degradante a subordinados, por crear una sección opaca que sólo existe en Salamanca "y lo que nos queda por ver en estas próximas semanas". Por eso exigen los agentes afectados la rectificación pública e inmediata por parte de José Manuel Fernández, el jefe SIETE.

Este culebrón ?auténtico "reality show" charro­?­ llena las redes sociales; se oye y se ve en los mercados, en las calles y en los parques salmantinos eso de "estaba el señor don gato sentadito en su tinglado", y responde un coro de guardias "miau, miau, miau".

Pero qué saldrá de esta investigación en la que la oposición se queja de que la preside el propio Partido Popular implicado en el asunto. Además, los populares (García Carbayo, primer teniente de alcalde) controlan el flujo de documentación y comparecientes. Y para más "inri", el edil pepero Fernando Rodríguez, responsable durante años del área investigada, forma parte de la comisión. "Es evidente que es una tomadura de pelo que el sujeto investigado, el PP, actúe de sujeto investigador", afirman estupefactos los concejales de la oposición ante tales fechorías antidemocráticas.

Nos preguntamos que si hubo anomalías, quién responderá por ello ¿solo los miembros del G7, o también sus inmediatos superiores políticos del PP municipal, con Mañueco a la cabeza, que habrían consentido esas presuntas irregularidades, o ilegalidades?Pero mucho nos tememos que al final no se aclare nada. Todo quede en agua de borrajas, y alguien canturree eso de siete vidas tiene un gato?, y no pensado precisamente en la canción del añorado Antonio Flores.