Mapas mentales

El mago Al estaba pensativo mientras el joven Kay, a su lado, observaba impaciente los movimientos del anzuelo en el que todavía no había entrado nada para la cena.

-Maestro, dijo Kay, ¿en que estáis pensando?

-¡Oh! en nada importante respondió Al, sólo recordaba a un amigo que conocí más adelante en el tiempo cuando era joven? Era un tipo especial, se llamaba Leonardo Da Vinci o algo así y aunque no era mago, hacía cosas realmente interesantes?

-¿Cómo qué maestro? preguntó el muchacho.

Pues tenía una técnica muy eficaz, respondió el mago, para pensar con eficiencia, la llamaba Mapas Mentales.

¿Mapas mentales? retrucó Kay asombrado. ¿Y eso qué es?

Imagínate, continuó Al, que te pido que describas el último sueño que has tenido.

Observa cómo trabaja tu mente en este proceso.

¿Tu mente escribe párrafos sobre el sueño o va describiendo en forma de un punto debajo del otro los pasajes más importantes? Seguro que no. Es muy probable que las impresiones que te dejara el sueño, palabras claves e imágenes estén flotando por tu mente, cada una de ellas asociándose entre sí.

El mapa mental es un método para continuar lo que hace de manera natural tu cerebro, pero haciéndolo sobre algo físico, por ejemplo alisando la arena de esta orilla en la que estamos y dibujando en ella.

Como hemos visto antes, la creatividad requiere un balance entre la generación de ideas y su organización posterior para ser seleccionadas y elegidas, o no, como creativas y realizables. Lo que sucede en general es que, vosotros los mortales, aunque no todos, en general sufrís de "organización prematura", tendéis a organizar primero y a producir después.

Los mapas mentales te liberan de esa tiranía. Es una invitación a empezar con rapidez a generar más ideas en menos tiempo. Además, te permiten representar una cantidad enorme de información en un espacio reducido.

Puedes tener todos los conceptos claves de una temática ordenados de manera tal que te estimulen a encontrar relaciones entre ellos.

Empieza seleccionando un espacio, lo más grande que puedas y una buena vara de avellano, fina y recta. En el centro, dibuja o representa con algún símbolo lo más vívido posible el tema que vas a analizar. No te preocupes por la calidad del dibujo.

Luego de representar tu imagen central, empieza a escribir las ideas más representativas sobre las líneas que irradien desde el centro. Usa después más palabras claves y conceptos que empiecen a formar un árbol con muchas ramas. Deja que tus asociaciones ocurran espontáneas, tratando de llenar el espacio lo antes posible.

Cuando sientas que has generado material suficiente a través de asociaciones libres, observa el resultado. Todas tus ideas esparcidas en el suelo. A medida que miras, vas a empezar a ver relaciones que te van a ayudar a organizarlas e integrarlas.

Si encuentras una palabra que se repite, quizá signifique algo importante, y no olvides que la mayor base de datos del mundo, es tu cerebro