Mejor malo conocido que bueno por conocer, ‘la peor de las justificaciones’, por Carlos López

Un error muy común que casi todos hemos cometido es el alargar el sufrimiento en espera de que las cosas cambien, bien sea en lo laboral, en lo personal, en lo social, etc?. Y eso lo único que nos hace es autodestruirnos, caer en depresiones, perder la autoestima, sentirnos culpables de todo lo que nos ocurre, e incluso y muy probable acabar dependiendo de sustancias para huir de la realidad (alcohol, drogas, medicamentos, etc.)

Lo cierto es nada cambia por si solo y que somos nosotros los que tenemos que hacer que ese cambio sea posible.

Pero no vemos la luz al final del pozo en el cual nos hemos caído por ir dejando pasar las cosas y que poco a poco se ha ido haciendo más profundo.

Solo hablamos de problemas y nunca de soluciones, nos planteamos opciones pero solo vemos la parte mala, empezamos a ponernos trabas y no solamente dejamos la idea de lado si no que añadimos una hilera más al pozo.

Tenemos terror a los cambios porque nos vemos incapaces de llevarlos a cabo y solo hacemos que ponernos excusas para no hacer nada y seguir en nuestra zona de confort, aunque esta nos esté consumiendo por dentro.

Pensamos que estamos solos, pero la realidad es que somos nosotros los que nos hemos aislado y además pensamos que la sociedad no quiere saber de nosotros.

¿Os sentís identificados con algo de lo que he escrito hasta ahora?

Pues salir de ese círculo vicioso es más fácil de lo que pensamos, solo hay que cambiar de aptitud.

Lo primero es invertir la polaridad de los pensamientos de negativos a positivos, al fin y al cabo ya peor de lo que estamos no podemos estar con lo cual cualquier cosa que hagamos solo puede ser para mejorar.

Lo segundo es no marcarse cambios grandes, en vez de estar amargándonos encerrados, salgamos a dar un pequeño paseo, que nos del aire y el sol, sal de esa rutina que te has creado y hagamos algo que nos guste.

Tercero nos tenemos que marcar una rutina diaria que nos tenga activos.

Y poco a poco esos pensamientos catastróficos que teníamos irán cambiando solitos y empezaremos a pensar objetivamente y las cosas que antes eran imposibles de hacer ahora ya empiezan a ser asequibles.

Entonces vuelve la esperanza y la sonrisa, lo negro ya es gris, volvemos a tener una vida social y ya no nos sentimos tan solos.

A partir de entonces es cuando las cosas sin saber cómo, empiezan a cambiar por si solas.

¿Y qué es lo que realmente hemos hecho?, pues un cambio de aptitud, dar el primer paso, porque si no damos nunca ese primer paso siempre estaremos donde estamos.

Pero la verdadera pregunta que nos tenemos que hacer es: ¿quiero realmente que las cosas cambien?, porque si la respuesta es "SI" solo depende de ti.

Carlos López