Cerca de 400 personas celebran el fin del curso de gimnasia de mantenimiento

Cerca de 400 personas de una treintena de localidades de las comarcas de Vitigudino y Ledesma celebraron este viernes en Villar de Peralonso un fin de curso más del curso de gimnasia de mantenimiento que organizan los monitores Casta Caparrós y Javier Rodríguez.

Esta actividad se desarrolla desde hace tres años sin ningún tipo de colaboración económica por parte de la Junta de Castilla y León o de la Diputación Provincial a pesar de reunir a cerca de 600 personas, todas ellas residentes en 33 pequeños núcleos rurales de Vitigudino y Ledesma. Solo en algunos casos, sus respectivos ayuntamientos colaboran en la medida de sus posibilidades, "pero son los menos", como señalaban LAS ARRIBES AL DÍA ambos monitores.

En esta ocasión el punto de encuentro era el frontón de Villar de Peralonso, actualmente en obras, pero que reunía las condiciones idóneas para celebrar el evento, una decisión que alegró a su alcalde Teófilo Vicente, y que por este motivo ha facilitado para el desarrollo de la jornada el grupo de música, la presencia de Cruz Roja y la colocación de mesas y bancos para la comida, porque para el regidor ?como señalaba a este diario? es una forma más de dar a conocer el pueblo.

En torno a las 12.30 horas comenzaba el pasacalles para recorrer algunos de los lugares más significativos del pueblo, un circuito que se encargaban de animar los monitores, Javier 'El Pardal' con la gaita y el tamboril, y Casta Caparrós con su inagotable vitalidad en el baile. Así, la comitiva, también con el alcalde al frente, llegaba a un pequeño pero coqueto parque donde surgiría el baile entre los participantes. El pasacalles seguiría el camino hacia una exposición de manualidades realizadas por la Asociación de Mujeres de Villar de Peralonso, entre las que destacaban varias pinturas obra de Chari, aficionada al arte y enamorada de la grandeza de rincones como el Pozo de los Humos o la Code de Mieza, la intimidad del Pozo Airón o la historia de la ermita del Cristo de las Mercedes, además de la eternidad de las empedradas calles albercanas.

De este modo, los integrantes de los cursos de gimnasia se dirigieron a los antiguos lavaderos de la localidad restaurados hace unos años por el Ayuntamiento y que son emblema del municipio. Allí un grupo de mujeres escenificaba cómo se lavaba hasta hace unas décadas la ropa, en medio de canciones que hacían más llevadera la labor, en este caso interpretadas por Javier Rodríguez a la gaita y las voces de todas las asistentes.

Y entre tanto, un grupo de vecinos se afanaba en la preparación de una gran paella que serviría de comida a los 400 asistentes, aunque antes hubieron de hacer ganas con el baile amenizado por Mariano Díaz.

Tras el almuerzo tendría lugar una demostración de algunas de las coreografías que cada grupo de gimnasia ha venido desarrollando a lo largo del curso. Además, como en ediciones anteriores, Javier Rodríguez y Casta Caparrós harían entrega de una placa a la persona que durante el último año se ha convertido en nonagenaria, en esta edición a Flora Pacho García, de la localidad de Trabanca. Un obsequio con el que ambos monitores tratan de reconocer la actitud de estas personas mayores frente a esta actividad, a la que incluso algunos "acuden con bastones", como señalaba Casta, lo que no deja de ser significativo su compromiso y las ganas de participar en estos cursos.

Por último, todos los asistentes concluyeron la jornada con un animado baile amenizado por Mariano Díaz, y al mismo tiempo deseando el inicio del curso pasado el verano.