“Conmigo me llevo los nombres de todas las personas que han pasado por San Jerónimo”

Tras más de 16 años formando parte del Colegio y Seminario San Jerónimo de Alba de Tormes, seís de ellos como director del centro, P. Antonio Rufete dice adiós a la que ha sido su casa durante tantos años, y en la que ha desempeñado las labores, unas veces de director, y otras veces de profesor de filosofía y psicología. Su nuevo destino será otro centro de la congregación de los Padres Reparadores, este situado en Puente la Reina (Navarra).

¿Cuál es tu experiencia tras más de 16 años formando parte de la familia de San Jerónimo?

El balance, sin duda, es muy positivo, mientras que la experiencia es la de haber crecido en muchos aspectos, tanto personalmente como espiritualmente. Son 16 años en esta comunidad religiosa en la que me siento como en casa, por donde han pasado muchos compañeros y amigos que han querido mucho a este pueblo.

¿Qué recuerdos te llevas de esta etapa?

Más que recuerdos me llevo nombres, nombre de personas que han pasado por aquí, porque cada persona que pasa por el centro es diferente, pero todos te dejan algo. Incluso te quedas con aquellas personas que hayan estado durante poco tiempo o con las que haya habido incluso algún roce.

¿Qué sentiste cuando se te comunicó que tenías que dejar la que había sido tu casa durante tantos años para trasladarte a Puente la Reina?

Sentí que era el fin de una etapa. Sin embargo, a veces por uno mismo y por los demás, es bueno que se acaben las etapas, cambiar de aires, abrirte a nuevas experiencias. En nuestra vida es así, el cambio regular, el fin de una etapa que da comienzo a una nueva.

Respecto al ámbito educacional del centro, ¿qué puede aportar San Jerónimo a los chicos/as que no pueda aportar otro centro?

Puede aportar la mezcla que en su esencia tiene San Jerónimo. Somos un centro como cualquier otro en lo que se refiere a asignaturas, profesores, etc. Sin embargo, también es un seminario, y esa parte se entremezcla con la del colegio. El seminario tiene una parte de trabajo con las personas, de profundización con las mismas, que enriquece al centro. En resumen, no es una fábrica de hacer sacerdotes, sino que es un lugar donde los chicos viven experiencias propias y colectivas, donde se encuentran a uno mismo y se relacionan conlos demás.

¿Por qué recomendarías San Jerónimo como centro de enseñanza?

Porque es un lugar en el además de encontrar todo lo relacionado con lo académico, se cuida el tu a tu y a la persona. En San Jerónimo cabemos todos.

¿Quién ocupará el cargo de director de San Jerónimo tras tu marcha?

El cargo de director lo ocupará el Padre Valentín Pérez Flores. Sin embargo, el centro seguirá al mando de la misma congregación, de la misma comunidad religiosa (Pedro, Ángel, P. Doroteo, etc.), porque aquí en San Jerónimo todos ayudamos. El año que viene la comunidad religiosa del centro será muy salmantina, ya que cinco de sus sietes miembros son de la provincia.

¿Qué esperas de tu nueva etapa en Puente la Reina?

Espero encontrarme lo mismo que me he venido encontrando hasta la fecha. Poder disfrutar y trabajar con personas, y poder seguir creciendo a nivel personal y espiritual.

San Jerónimo además de ser un seminario y centro de enseñanza, fue un monasterio que rebosa historia por sus cuatro costados. Además cuenta también con el museo arqueológico Padre Belda, ¿qué dirías a toda esa gente que aún no ha visitado San Jerónimo?

Diría a esas personas que poseemos un trozo de historia muy interesante por descubrir al cual merece la pena acercarse y saborearlo. Aunque gran parte de él se ha borrado, el trabajo de muchas personas ha hecho posible que los restos que quedan salgan a la luz. La historia de Alba de Tormes y de Santa Teresa de Jesús está muy ligada a San Jerónimo.