Colofón con premio para dos alumnos del Fray tras un año de duro esfuerzo

Dice la tradición que uno de los veranos más especiales en la vida de todo estudiante es aquel que sirve de transición entre la etapa en el instituto y la Universidad, siempre y cuando se haya conseguido dejar 'todo hecho' en junio, incluida la Selectividad. La satisfacción es doble cuando además se ha alcanzado ese verano con unas buenas notas en la etapa en el instituto, lo que permitirá ahorrar unos cuantos euros en el primer año de vida universitaria.

En esa situación están dos alumnos del IES Fray Diego Tadeo, ambos del Bachillerato de Ciencias, que han firmado sendos logros de relevancia como conclusión del curso académico 2014/2015. Por un lado, Francisco García Encinas se ha hecho merecedor de uno de los 3 Premios Extraordinarios de Bachillerato que se conceden a nivel provincial, y por otro, José Ignacio Alvira Larizgoitia ha conseguido la nota más alta de los alumnos de los centros mirobrigenses en Selectividad.

En lo que respecta a los Premios Extraordinarios de Bachillerato, aquellos alumnos que tienen más de un 8,75 de media durante el curso pueden presentarse a estos Premios, algo que hicieron tanto Francisco García como José Ignacio Alvira. Para ello, acudieron hasta el Instituto Martínez Uribarri de Salamanca donde afrontaron un triple examen: una prueba general común de conocimientos lingüísticos, históricos y filosóficos; una prueba de idioma (en su caso, inglés); y un examen de una asignatura, que en el caso de ambos fue Matemáticas.

Francisco García Encinas lo hizo muy bien en este examen, haciéndose merecedor de uno de los Premios Extraordinarios a nivel provincial (se terminará de confirmar dentro de unos días, cuando se resuelvan unas alegaciones a unos recursos que se han presentado). Como recompensa, Francisco García Encinas tendrá pagada la matrícula en el primer año de carrera, recibirá un diploma acreditativo y podrá presentarse a los Premios Nacionales de Bachillerato. Esta prueba se celebrará en otoño y ahí sí habrá un premio en metálico en juego (1.000?).

Aunque no hubiera sido uno de los 3 mejores a nivel provincial, Francisco García Encinas también tendría pagada la matrícula del primer año por sus resultados en la Selectividad, ya que la Universidad de Salamanca tiene como tradición pagar la matrícula de aquellos alumnos que han superado el 8,5 de media en la parte general de la prueba.

En su caso, tuvo un 9,125, que unido a lo obtenido en la parte específica hace un total de 12,882 puntos sobre un máximo de 14. Según apunta Francisco García Encinas, "esperaba menos", dándose la curiosidad de que en aquellos exámenes que finalizó con mejores sensaciones ha obtenido peores notas que en aquellos en que salió más contrariado.

Si el rendimiento de Francisco García Encinas en la temida Selectividad ha sido muy bueno, el de su compañero José Ignacio Alvira lo ha sido aún más, logrando un 9,525 en la parte general. Sumado a la parte específica, contabiliza un total de 13,046 puntos (ambos se presentaron a 6 exámenes, 4 de la parte general y 2 de la específica). Al igual que su compañero, José Ignacio Alvira no esperaba "que fuera tan alto", creyendo según sus cálculos que se movería entre el 7 y el 8.

La etapa en el instituto

Aunque no esperaban notas tan altas, para ambos estudiantes los exámenes de Selectividad fueron "más fáciles que los exámenes del instituto", aunque por los "nervios", como indica Francisco García, afrontaron peor la gran cita.

En este sentido, José Ignacio Alvira apunta que "nos han asustado mucho con la Selectividad", incluido el hecho de que el propio envoltorio de los exámenes iba a ser "súper estricto", pero al final todo se desarrolló con mucha normalidad. Desde su punto de vista: "meten mucho miedo para lo que luego es en verdad".

De la etapa del instituto recordarán como asignaturas favoritas, en el caso de José Ignacio Alvira, "Biología o Química", mientras que Francisco García se queda con "Matemáticas o Dibujo Técnico". En el lado opuesto está, en la opinión del primero de ellos, "Ciencias de la Tierra y del Medioambiente", que tiene un contenido "que no le gusta a nadie".

El paso de ambos estudiantes por el IES Fray Diego Tadeo ha sido bastante diferente. Mientras que Francisco García ha vivido un largo ciclo en el centro, José Ignacio Alvira ha cursado únicamente la etapa de Bachillerato, después de que por circunstancias familiares se trasladara a Ciudad Rodrigo hace dos años desde su tierra natal, La Rioja, notando bastante el cambio de una ciudad grande como Logroño a un lugar pequeño.

Tras tener la oportunidad de cursar estudios en dos comunidades autónomas diferentes, José Ignacio Alvira indica que "no tiene nada ver" lo de un sitio con el otro, empezando por el hecho de que "los programas educativos de los gobiernos son diferentes". Además, en su Logroño natal, al ser una gran localidad, había una mayor variedad de institutos y de asignaturas, como Electrotecnia o Dibujo Técnico, que aquí no se ofertaban (o no llegó a salir un número de alumnos suficientes).

En Ciudad Rodrigo, notó un nivel académico "más bajo" que en su lugar de origen, "pero más que suficiente para hacer la Selectividad aquí", sin tener "ninguna queja de la preparación recibida".

Y ahora qué

El hecho de haber llegado 'obligado' a Ciudad Rodrigo hace dos años hace que José Ignacio Alvira tenga muchas ganas de poder regresar al norte de España, de "volver a las raíces", dejando atrás una ciudad que considera que "debe abrirse y actualizarse"; "está demasiado ensimismada".

En este sentido, si todo sale según lo previsto, iniciará en la Universidad de Bilbao la carrera de Biotecnología. Aunque le costó decidirse, finalmente se ha decantado por esta carrera porque le gusta el mundo de la investigación, y además, en una ciudad como Bilbao, puede tener más salidas profesionales.

En el caso de Francisco García Encinas, seguirá el modelo 'clásico' de estudiante mirobrigense, que convertirá la A-62 en su 'tercera casa' para estudiar Informática en la Universidad de Salamanca. En su caso, ha tenido "bastante claro desde hace tiempo" lo que quería hacer, siendo su primer deseo convertirse en programador, aunque también reflexiona que "tras hacer la carrera debes aspirar a ser algo más que un simple programador", siendo, por ejemplo "director de proyectos".

El inicio de los estudios en la Universidad supone también iniciar una nueva etapa en sus vidas, en la que toca "hacer todas las tareas que hacían tus padres", como resalta Francisco García. En principio, ambos apostarán por pisos compartidos, siendo mayor "aventura" la de José Ignacio Alvira en una ciudad como Bilbao.

Además de por regresar al norte, José Ignacio Alvira ya tiene ganas de estudiar asignaturas más especializadas, dejando atrás un Bachillerato del que cambiarían bastantes cosas si pudieran. Desde su punto de vista, debería ser más optativo, y no tendría que haber tanta obligatoriedad en lo que se refiere a cursar asignaturas como Lengua o Historia. Para José Ignacio Alvira, "lastran en un bachillerato científico", considerando por ejemplo que los contenidos de Literatura no deberían tener hueco en el mismo.

La etapa universitaria aún no ha empezado, pero ya se les ha pasado por la mente un siguiente salto, temporal en este caso, en forma de Beca Erasmus. A Francisco García le gustaría conocer las Islas Británicas, mientras que José Ignacio Alvira apuesta por irse aún más al norte, a lugares como Dinamarca o incluso Rusia. Con currículums tan brillantes, todas las puertas están abiertas.