El pueblo recupera la memoria de Joaquín Gorjón González, guardia civil asesinado por ETA en 1981

'Nunca es tarde si la dicha es buena', dice el refrán. Y eso mismo debieron pensar los vecinos de la localidad de Vilvestre, que este sábado se volcaban en el homenaje póstumo a Joaquín Gorjón González, guardia civil nacido en esta localidad y que fallecía a los 59 años de edad en Basauri, el 10 de julio de 1981, víctima de un atentado perpetrado por la banda terrorista ETA.

Además de vecinos y la Corporación municipal con su alcalde, Manuel Domínguez al frente, al acto acudieron distintos jefes del Ejército de Tierra, Ejército del Aire, Policía Nacional y Guardia Civil, entre los que cabe destacar la presencia el jefe de la 12ª Zona de la Guardia Civil de Castilla y León, el general José Manuel Díez Cubelos; así como el general de Brigada de Infantería, jefe de la IV Subinspección General del Ejército (Zona Noroeste) e hijo del homenajeado, Manuel Gorjón Recio; el subdelegado del Gobierno en Salamanca, Javier Galán; y el presidente de la Asociación de Víctimas del Terrorismo de Castilla y León, el comandante Juan José Aliste.

El acto comenzaba con unas palabras del alcalde de Vilvestre para agradecer la presencia del gran número de autoridades militares y civiles, incluidos alcaldes de la zona, así como vecinos, que no quisieron perderse este homenaje en memoria de uno de sus hijos.

A continuación tomaba la palabra el general de la G. C. Díez Cubelos, que comenzó recordando aquel fatídico 10 de julio de 1981, día en el que el guardia civil retirado Joaquín Gorjón González se disponía a coger el tren en la estación de Basauri con dirección a Bilbao. A las 7.20 horas, dos individuos se le acercaron y uno de ellos le disparó alcanzándole en la espalda y en el cuello causándole la muerte. Un tercero les esperaba al volante de un vehículo. En la posterior persecución hubo un intercambio de disparos con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, resultando heridos uno de los etarras y dos transeúntes que fueron usados como escudos humanos. El etarra herido consiguió no obstante huir a un piso de seguridad y de allí a Francia. De los dos transeúntes una mujer resultó herida leve y el hombre recibió disparos en una pierna y en la cara, falleciendo cuatro días después.

Joaquín Gorjón González era natural de Vilvestre, estaba casado y era padre de seis hijos. Se había retirado de la Guardia Civil en 1972 al cumplir 50 años de edad y seguía trabajando a los 59 años como empleado de una agencia de aduanas en Bilbao.

Para Díez Cubelos, "por su desvinculación ?por la edad? con la Guardia Civil y al estar retirado, había creído que no sería considerado como un objetivo. Todo lo contrario. Para ETA era el blanco más confiado y el más fácil, y el que con menos riesgo se podía alcanzar el mismo propósito".

El asesinato fue reivindicado por ETA y se le atribuyó al comando Vizcaya. Según señaló el general, jefe de la Benemérita de Castilla y León, "la violencia y el sentido de este acto nos retrotrae a los años más duros del terrorismo etarra y nos recuerda el sufrimiento que provocaron a la sociedad, y en este caso particularmente a la esposa e hijos del guardia civil. Los que vestimos este uniforme, cumplimos el deber de defender la democracia y el estado de derecho, pero el mero hecho de pertenecer o haber pertenecido a la Guardia Civil, al Cuerpo Nacional de Policía o al Ejército, suponía para los fundamentalistas vascos en estos años una sentencia de muerte", añadía. En concreto, la Guardia Civil es el colectivo que más padeció esta lacra, pues cuenta con 242 muertos víctimas del terrorismo.

Aunque para Díez Cubelos, "el estado de derecho a la larga siempre ha vencido", y así dos de los autores de este crimen fueron detenidos extraditados por Nicaragua y México en 1993 y 2002, y se encuentran cumpliendo varias condenas en los centros peninteciarios de Teixeiro (La Coruña) y Villabona (Asturias). Solo por este hecho fueron condenados a 26 años y ocho meses de prisión. El tercero está en libertad desde el año 2003. "Que la justicia actuara nos reconforta, pero con este acto de recuerdo y homenaje se rectifica otra condena, que es la condena al olvido".

Como representante de la Guardia Civil en Castilla y León, agradeció al alcalde y a la Corporación municipal de Vilvestre, la aprobación en pleno y por unanimidad de la dedicatoria del nombre del albergue municipal a la memoria del guardia civil Joaquín Gorjón Gozález. Asimismo, agradeció a los vecinos de Vilvestre "la calurosa acogida que nos están dispensando el día de hoy. A todos los que formamos parte de la familia de la Guardia Civil, del Ejército y del Cuerpo Nacional de Policía nos enorgullecen estos actos de reconocimiento, en los que se recuerdan a nuestros compañeros que hicieron el mayor de los sacrificios que podían hacer como servidores públicos: el de dar su propia vida", concluyó.

A la finalización de la intervención del jefe de la G. C. en Castilla y León, uno de los hijos del homenajeado junto al alcalde de la localidad, procedieron al descubrimiento de una placa situada en la fachada del albergue municipal y que desde este momento pone nombre al edificio.

Intervención del hijo del homenajeado

En representación de la familia tomó la palabra el general de Brigada de Infantería, jefe de la IV Subinspección General del Ejército (Zona Noroeste) e hijo del homenajeado, Manuel Gorjón Recio, que emocionado tras el recuerdo del atentando, pronunció unas palabras de agradecimiento en nombre del resto de sus hermanos, dirigidas a la Corporación, a los vecinos y al resto de integrantes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado presentes en este acto, y que calificó de "sencillo pero emotivo homenaje a un servidor del orden público y que no hizo más que trabajar por el bien común, y que dio su vida por esta causa, aunque estuviese retirado".

Tras un breve repaso biográfico a la vida de su padre, recordó que a pesar de estar alejado de Vilvestre, "siempre estuvo muy unido a su pueblo. Tenía buenos amigos, era una persona cariñosa, honrada, honesta, seria, exigente y con un gran corazón, y sobre todo muy orgulloso de ser guardia civil". Para Gorjón, la muerte de su padre, como la de "tantos otros guardias civiles, policías o ciudadanos de a pie no fue en vano. Y este reconocimiento le hará sentirse más orgulloso si cabe de ser guardia civil".

Recordó cómo entre los años 70 y 80 "casi enterrábamos a nuestros muertos a escondidas, sin ningún reconocimiento, pero ya durante los últimos años y gracias en particular a la ley 29/2011", de 22 de septiembre, de Reconocimiento y Protección Integral de las Víctimas de Terrorismo, "ha hecho justicia para aquellos que entregaron su vida en beneficio del bien común, y actos de reconocimiento a la memoria como el de hoy también fortalecen, y fortalecen a la familia al ver que ese sacrificio no fue en vano. Estoy seguro que partir de hoy mi padre, nuestro padre, vuestro vecino, descansará un poco más en paz".

También, recordó a su madre, fallecida hace unos meses, y que "supo con ese carácter recio, castellano, llevar el dolor de la pérdida de su marido con 55 años y de esa forma tan traumática. Podemos imaginar ?añadió? despedirle en casa a las siete y media y que a la media hora te digan que lo han asesinado en plena calle. Ha sido un ejemplo de saber llevar el dolor de forma digna durante todo este tiempo".

Para Concluir, Gorjón Recio agradeció "al pueblo de Vilvestre, a su alcalde y a todos los que estáis aquí por este homenaje que seguro que a partir de ahora todos nosotros tendremos un trocito de nuestro corazón más unido a que a Vilvestre de lo que estaba hasta ahora".

Homenaje a los caídos

Tras la intervención del hijo del homenajeado, se realizó un homenaje a los caídos con la entrega de una corona de laurel en memoria al guardia civil Joaquín Gorjón González, momento en el que se escuchó a la banda de música de Ingenieros, y que tras el responso por el capellán, cerró el acto entonando el himno de la Guardia Civil. A su vez, el párroco de la localidad, Victorino García, quiso también sumarse a este homenaje con la entrega a uno de los hijos de Gorjón González de una Fe de Bautismo de su padre.

Para el subdelegado del Gobierno en Salamanca, Javier Galán, con este acto "se ha hecho justicia, un reconocimiento a un servidor público y que ha cumplido con lo máximo que se puede hacer, que es dar la vida por su país y por los demás. Y por consiguiente, los ciudadanos lo que tenemos que hacer es al menos tener un recuerdo, porque sabemos que mientras le recordemos estará entre nosotros".

Palabras similares a las que pronunciaba el capitán de la Guardia Civil de Vitigudino, Jesús Ríos, que destacaba este recuerdo a uno de tantas víctimas del Instituto Armado. También, el alcalde de la localidad, señaló que actos como el de este sábado "ayudan" a mantener viva la memoria de quienes dieron su vida por los demás, haciendo hincapié en la presencia de numerosos vecinos en este homenaje.