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Primeros barbos a mosca de la temporada en la presa de Almendra
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MODALIDAD DEPORTIVA POR EXCELENCIA

Primeros barbos a mosca de la temporada en la presa de Almendra

Actualizado 18/04/2015
Miguel Corral

Con la subida del nivel de las aguas, este embalse se convierte en un lugar excelente para la pesca de ciprínidos con cola de rata

[Img #284101]

La dificultad para muchos pescadores de optar a tramos de ríos trucheros con ciertas garantías de tener una pintona entre las manos por unos momentos y la deportividad que trasmite la pesca con cola de rata de barbos, carpas o bogas, unido a su accesibilidad, pues casi cualquier embalse ofrece esa oportunidad, la pesca de ciprínidos gana cada día un mayor número de adeptos.

Sin olvidar la pesca de barbos y bogas en la corriente de muchos de nuestros ríos, otro de los escenarios privilegiados para practicar esta modalidad de pesca es la presa de Almendra, donde en este inicio de la primavera barbos y carpas han comenzado a tomar sus orillas en busca de alimento ante la subida de las aguas.

Así es que hace unos días nos dirigimos a una de esas zonas, casi de playa, que presenta este embalse en el término de Sardón de los Frailes. Era nuestro primer día de la temporada y después de muchos meses sin coger la caña, por lo que las ilusiones no podían ser mayores.

En cuanto a la caña, me decidí ?como casi siempre? por la de 8,5 pies (2,59 m.). Es la que habitualmente utilizo a pesar de disponer de otra de mayor longitud (9 pies), más adecuada para el escenario y el tipo de pesca que iba a realizar, aunque esta elección obedece a varias cuestiones. La principal es porque cualquier captura con ella me reporta mayor satisfacción al dar más ventaja al pez en la lucha, con lo cual sacar de la corriente de un río un barbo de más de dos kilos ?por ejemplo? te puede general sensaciones indescriptibles. En el embalse, aunque se pueden capturar piezas de mayor tamaño, la fuerza que despliega el pez es menor que en la corriente, aunque en cualquier caso hay que decir que se corre el riesgo de perder la captura al quedarte sin los 25 metros de línea, pues en mi caso no uso backing (línea extra trenzada al final de la cola de rata y que se puede añadir hasta llenar el carrete).

Además del tamaño de la caña, la línea montada que uso es del número 5# WF flotante, y a su punta un bajo trenzado flotante de 1,5 m. al que añado un bajo final de fluorocarbono de un metro y de 0,20 mm., un poco fino, lo que añade aún más emoción al combate.

Nada más acercarme a la orilla comprobé que había peces, así que el acercamiento debe realizarse con la mayor cautela, un movimiento brusco o nuestra sombra puede acabar con la estampida de barbos y carpas, especies más comunes en las orillas.

[Img #284102]Como señuelo me decidí por una 'mosca' de las conocidas 'atractoras', que no imita a nada específicamente pero que me ha dado excelentes resultados. Su aspecto es similar a una gran araña en verde y está realizada con foam de ese color y un señalizador naranja sobre su abdomen que nos facilita su visibilidad, además de unas patas de hilos de goma negra, todo montado sombre un anzuelo del nº10 y con unas fibras de pavo real (quill) en la tija para que tenga brillos y esos pelitos tan atrayentes que se asemejan a los que poseen muchos insectos.

Esta mosca la encontré hace algunos años en este mismo embalse, en la zona de Cibanal, y me decidí a imitarla como buenamente entendí, pues estaba muy deteriorada, y lo cierto es que funciona y muy bien, sobre todo con las carpas, que en mi opinión son más selectivas que los barbos de embalse, nada que ver con los del río.

De forma muy sigilosa y aprovechándome de un matorral, me acerqué a la orilla en una zona donde había observado algunas ondas en el agua, signo inequívoco de que allí había peces. El sol estaba algo bajo y el brillo sobre el agua dificultaba discernir la ubicación precisa de los peces, y ello a pesar del clip polarizado que pongo sobre mis gafas. Así que comencé a lanzar al agua, como se dice habitualmente cuando no detectas el lugar preciso en el que se halla el pez, y a la tercera vez vi una boca que salía a la superficie y tragaba el señuelo, agarré con fuerza la línea y tiré hacia arriba de la puntera de la caña. Inmediatamente comprobé que había clavado.

Tras la primera sacudida se sucedieron varios golpes hacia abajo que me advertían de la inequívoca picada de un barbo, pues la carpa es un 'arreón' ininterrumpido durante varios metros. Procedí a soltar línea lo más despacio que puede hasta que las sacudidas fueron remitiendo, fue entonces cuando comencé a recoger muy despacio con el carrete y siempre atento a que la mano haga de freno ante nuevas sacudidas. Son momentos cruciales para intentar mantener el salvo el bajo de línea de 0,20 mm. Tras varios minutos de lucha llegaba a mis manos el primero de los tres barbos y una carpa que logré sacar en poco más de una hora de pesca, pues a estas se sumaron varias picadas más que no logré clavar, quizá por precipitación en algún caso y otras porque lo 'escupieron' antes del momento de clavar, además de un bajo roto y una mosca perdida.

Tras las fotos de rigor, cada una de las capturas fue devuelta al agua. Siempre, pesca sin muerte.

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