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Y a los entrenadores, ¿quién les entiende?
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ALDOLFO PRIETO PALOMARES. OPINIÓN

Y a los entrenadores, ¿quién les entiende?

Actualizado 05/03/2015
Adolfo Prieto Palomares

Una de las principales premisas que ha de tener cualquier entrenador de fútbol base que se precie, ha de ser la de entender a los niños a los que entrena. Es la de anticiparse a sus problemas, la de ponerse en su lugar, la de distinguir la forma de ser de cada uno de ellos?, es, en cuestión, la de ser su amigo además de su entrenador, es la de convertirse en una persona a la cual el jugador puede contarles sus inquietudes, preguntarle sus dudas, es la de saberse poner en su lugar en un momento concreto de todos los que se comparten con él.-

Pero, y al entrenador, al entrenador ¿quién le entiende?

Me hago esta pregunta porque en demasiadas ocasiones se es injusto con la labor de todas aquellas personas que dedicamos un tiempo a una actividad que nos llena de satisfacción y que la realizamos con sumo gusto, aunque de antemano sepamos que hemos de "capear" bastantes temporales.

Un entrenador, dedica una parte importante de su tiempo en planificar un entrenamiento, en buscar ejercicios que se adapten al número de jugadores de los que dispone. Sin embargo en ¿cuántas ocasiones ese trabajo se ha diluido en el espacio porque al entreno faltan jugadores sin haber avisado o habiendo notificado su ausencia pocos minutos antes del comienzo del entreno? Ausencias que en muchos casos ya se sabía iban a producirse.-

Un entrenador, haga la alineación que haga, va a ser criticado por alguien. Si se rota porque se rota. Si juegan los mismos, porque juegan los mismos, si haces un cambio porque lo haces y si no, porque no lo haces, si juega diez minutos, para eso, ¿para qué lo sacas?, si la plantilla es corta, porque es corta y si la haces larga para no "echar" o "echar" a los menos posibles, porque nos vamos a complicar la vida y vamos a tener que desconvocar a muchos jugadores. El caso, es que hagas lo que hagas, lo tienes complicado para hacerte entender.

Se te exigen que respetes los valores que a los niños se les enseñan casa o en el colegio, cosa que por supuesto apruebo y ratifico, pero sin embargo si hay un puente o una excursión y un niño o incluso varios niños, no van al partido, no pasa nada, solo que nos olvidamos de otro valor, como es el compromiso con el resto del equipo, y puede ocurrir, hasta que, si al partido siguiente no lo convocas, se te piden explicaciones del porqué, escudándose en que la semana anterior no jugó.-

¿Y cuántas veces nos toca repetir el desarrollo de un ejercicio porque no se te escucha? Y hablo de jugadores ya no tan niños que luego, sí piden que a ellos se les escuche. O te reclaman la razon por la cual no han jugado, olvidándose por completo de la semana de entrenamiento o mal entrenamiento que han realizado.

Es complicado hacer entender los motivos de muchas de nuestras decisiones, pero sería mucho más si no nos mostráramos receptivos con todas estas "quejas" y no hiciéramos nada por entender las mismas , dejando que nuestros argumentos y explicaciones se perdieran en el camino del silencio.-

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