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Mujeres junto a la Cruz. María de Magdala
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Mujeres junto a la Cruz. María de Magdala

Actualizado 04/03/2015
Juan Antonio Mateos Pérez

[Img #244291]Se ha escrito mucho sobre esta mujer, seguidora fiel de Jesús. Juan la sitúa junto a la cruz, junto a la madre de Jesús; María, la mujer de Cleofás y el discípulo amado (Jn. 19,26). Se suele confundir a María de Magdala, con María de Betania, la que ungió la cabeza a Jesús, anunciando su muerte. María de Magdala, no se dedicaba al comercio carnal, fue una mujer curada por Jesús de algún tipo de enfermedad nerviosa, mental o espiritual, donde había perdido todo el sentido de la vida. Así nos la recordó el evangelista Marcos:

"Jesús resucitó al amanecer del primer día de la semana, y se apareció primero a María Magdalena, de la que había lanzado siete demonios" (Mc. 16, 9; Lc.8, 2)

Debemos subrayar que muchos discípulos que seguían a Jesús eran mujeres y jugaban un papel importante dentro del grupo. Los evangelios dicen que "servían", o que "ayudaban", "asistían" a Jesús con sus bienes. No era un mero papel doméstico, sino que debió ser algo parecido a lo que hacían los varones, ya que el "servicio" era una obligación para todo discípulo. En algún texto que todos recordamos, Jesús relativiza la función hogareña y doméstica de María hermana de Lázaro y alaba la "mejor parte de Marta" en la escucha de la palabra de Jesús.

En esta línea quereos situar el papel de María de Magdala, parece que tenía puesto excepcional, no en el plano material, sino en el espiritual. Era una mujer rica y próspera, que puso sus recursos al servicio de la causa de Jesús. Su papel debía ser muy importante, no sólo por su cercanía a Jesús, ella está al pie de la cruz (tres evangelistas citan esta circunstancia), sino el Señor la elige como primer testigo de la resurrección. Ella es la que anuncia a los discípulos la resurrección, "Apostola Apostolorum", apóstol de apóstoles.

La escritura nos muestra, a una mujer de carácter ejemplar, valiente, misericordiosa y fiel. Ahí está María Magdalena junto a la Cruz, valiente y sin miendo, junto a la madre de Jesús, arriesgando su vida y manteniéndose fiel hasta el final. Hace suya la Cruz de Jesús, mostrando su pena y su misericordia. Pero también recibió el consuelo, el perdón y el amor de Jesús en esos momentos tan difíciles. Ella en un segundo plano, sabiendo que el sufrimiento misteriosamente formaba parte de su misión. Estaba allí y, valientemente lo vio morir, siguió el cortejo hasta la tumba y tomó nota de donde fue enterrado. Ahí está la de Magdala, siempre cerca de Jesús, en los momentos de gozo y en los momentos de pasión y sufrimiento. En contraste con otros seguidores que lo abandonaron y lo negaron, no es extraño que tuviera la gracia de Jesús de ser la primera testigo.[Img #244289]

Pero hoy también pienso en muchas mujeres misericordiosas, fieles seguidoras en el gozo y en la muerte, que mantienen la esperanza de la misión de Jesús. Quisiera recordar aquí a muchas mujeres misioneras, en África, en Asia o América, que anuncian la Buena Nueva sólo con su presencia y desvelo junto a los más pobres, incluso en los momentos de tribulación y guerra. Estas mujeres se quedan junto a los que las necesitan cuando todo se marchan.

En este momento en Irak, las Hermanas Dominicas de Santa Catalina de Siena, viven en medio de los campos de refugiados compartiendo el destino y el dolor de muchos refugiados, sobre todo cristianos. Después de la oración de la mañana, se pasan el día visitando a cientos de refugiados en centros comerciales abandonados y edificios en construcción sin terminar. Llevan en Irak desde el año 1877 y no se movieron de allí, ni en la Guerra del Golfo, llegando un misil a impactar en su casa madre en el año 2003. Ahora han sido obligadas a desplazarse por el ISIS como a decenas de miles de personas, que fueron finalmente obligados a huir hacia el norte hasta el Kurdistán iraquí. Impresionadas por lo que está pasando, pero acompañando a todos los que las necesitan. Comentó una de las hermanas, "Nunca he visto una fe tan increíblemente profunda", dijo sobre los refugiados. "Creo que tienen algún tipo de célula de ADN que sólo dice: Cuando todo lo demás falla, mi fe estará allí".

Hoy debemos seguir el ejemplo de María de Magdala en la misericordia y lucha contra todo tipo de violencias, sobre todo contra la mujer. Violencia en el hogar, en la Iglesia, en el trabajo, la violencia de la pobreza, las guerras, violaciones, etc. Es claro que hay una feminización de la violencia y de la pobreza, muchas víctimas de ahora y de antes tienen rostro de mujer.

Madre de hijos hechos a la lumbre

y de hijos impuestos por acoso,

somos la despoblada muchedumbre

de tu amor y tu vientre sin reposo.

Molías las palabras y el maíz,

trenzabas los caminos y las palmas.

Indios, negros, mestizos, tu matriz

nos ha dado los cuerpos y las almas.

Guarda tu soledad nuestros despojos

y en el claro de luna de tus ojos

el horizonte irrenunciable vemos.

También bendita entre las mujeres,

no tienes nombre, madre, pero eres

la América que somos y seremos.

Pedro Casaldáliga, A la madre anónima

[Img #244288]

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