El rastrillo solidario de Puente Ladrillo, una tradición

Antonio Romo y Francisco Buitrago, Párrocos de Puente Ladrillo, llevan varios años haciendo un rastrillo solidario para recaudar dinero para la gente pobre y sin recursos.

Estos dos párrocos son muy conocidos en Salamanca y provincia, debido a la labor humanitaria que llevan a cabo con la gente marginada.

Por su casa han pasado centenares de personas, unas se van y otras se quedan. Ahora mismo, tienen bajo su techo casi a cuarenta personas, a las que les dan comida, ropa, etc.

También han creado un banco de alimentos por el que pasan más de doscientas personas.

Acogen a drogadictos, y a gente en paro cuyas posibilidades son nulas de encontrar empleo; en fin, a toda clase de personas desfavorecidas.

Antonio Romo lleva más de cincuenta años de sacerdote, es una bellísima persona, humilde, sencilla; siempre tiene una sonrisa en los labios. Es un hombre tan hospitalario que lo que tiene lo da, incluso su propia ropa.

Vive tan pobre como los propios pobres que recoge. Tanto él como el Padre Francisco, natural de Cantalpino, son iguales. Los dos son unas personas maravillosas.

Desde Villoria quiero darles mi felicitación por todas estas obras tan buenas que hacen.

También quiero felicitar a todas las personas colaboradoras con el rastrillo, porque con su ayuda y trabajo aportan mucho, y sin ellas no podría llevarse a cabo. (Gracias por su labor solidaria).

Y por último, a las personas que han donado objetos, como libros, ropa, zapatos, utensilios de cocina, etc, a todos les deseo mucha salud y felicidad, ya que con esta obra de caridad hacen que mucha gente se sienta más feliz.