El cazador de sirenas
Vi como elevaba el cañon hacia su sien y corri a impedírselo; y lo habría logrado de no ser por el espejo....
-¿Y es difícil encontrarlas?
-No, si usted supiera, es sencillísimo
-¿Y son realmente como dicen, mitad mujer mitad pez?
-Sí, claro, así son
-¿Y son muy difíciles de pescarlas- cazarlas?
-No, no al contrario
-¿Y entonces cual es el problema?
- Es muy difícil saber qué hacer con ellas después de agarrarlas
Así sucede muchas veces con las personas que entran en nuestras vidas; al igual que con las sirenas, lo difícil, como le pasa a mi amigo el cínico, es saber cómo hacer.
Viene esto a cuento de la multitud de comentarios/versiones/opiniones que he recibido respecto a mi artículo de la semana pasada titulado "Una señora estupenda".
Curiosamente, la Sra. estupenda gana adeptos y aparece como el arquetipo Jungniano de lo deseable en la vida: independencia, libertad, pasión, capacidad de decisión?
El denominador común es que mi amigo lo va a pasar bastante mal; será abandonado por su mujer y por la Sra. Estupenda. Bien es cierto que la mayor parte de los comentarios vienen de mujeres, más proclives que los hombres a la "distorsión emocional" que representa construir imaginariamente la realidad y luego vivirla experiencialmente.
Buda decía que "En el cielo no hay este ni oeste". Las personas imaginan distinciones y luego las creen verdaderas y basan en ellas sus vidas y así como en la cultura norteamericana las puertas abiertas son una señal de acogida para el visitante (un modo de decir estoy en casa por si alguien necesita algo), en el caso de los alemanes la puerta abierta significa desorden y desafío, y en el caso de los bereberes pasa y siéntete a gusto, como en tu casa, en nuestra cultura,¿Qué significa la puerta abierta a las relaciones?
Espero vuestros comentarios, que como sabéis, aprecio enormemente.
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