Pruebas de primavera para razas continentales

Este año los tres clubs de razas Continentales que hay en España y que organizan pruebas de trabajo (Deutsch Drahthaar, Epagneul Bretón y Braco Alemán) me invitaron con mucha antelación a juzgar sus pruebas de primavera y por eso no pude atender la invitación del Setter Club de España para juzgar sus cuatro días de pruebas que este año ha celebrado en la localidad sevillana de Osuna.

Me encuentro muy a gusto juzgando perros Continentales pues tengo la suerte de emocionarme de la misma forma cuando veo un excelente perro, ya sea Continental o Británico, y el ambiente de amistad entre toda la gente que compone la caravana de Continentales es excelente siempre.

Este año la cita era en la localidad sevillana de Paradas, al lado de los terrenos donde el Setter Club ha celebrado otros años sus pruebas y donde tantos españoles, italianos o portugueses preparan y entrenan a sus perros antes de sus respectivas pruebas. La organización de estos ocho días de pruebas se la reparten el club del Deutsch Drahthaar (dos días), el club del Epagneul Bretón (tres días) y el club del Braco Alemán los tres días restantes.

Estas pruebas suelen ser selectivas, es decir sirven para que cada Club mediante un seleccionador previamente nombrado al efecto haga sus equipos de entre los mejores perros para participar posteriormente en las distintas competiciones que se celebran este año en España al finalizar estos ocho días de con curso, Campeonato AICEB (reservado solo a Epagneul Bretón), Copa de Europa de Continentales, Campeonato del Mundo del Braco Alemán. También se celebra, además, el trofeo de la excelencia (reservado solo a aquellos perros que durante estos ocho días han logrado al menos un resultado de excelente) y la Copa de España.

Algunos jueces hemos estado con los tres Clubs durante todos los días, otros-los menos- han estado solo con uno o con dos de ellos. Hemos tenido en torno a unas 14 baterías diarias de unos 12 perros cada una de ellas y una de parejas de seis parejas. Las baterías de solos las juzga un juez y la de parejas dos jueces. Los colegas de "juría" amigos y conocidos de hace mucho tiempo, salvo el francés Yves Joncour con el que me hubiese gustado juzgar un día la batería de parejas pero no hubo esa suerte. A Joncour le he conocido personalmente estos días. Es criador de Epagneul Bretón con el afijo Kerveillant, uno de los grandes de Francia, cuna de la raza y con total seguridad una de las personas que más sabe de ella. Haber juzgado un día con él me hubiese permitido hablar y cambiar impresiones para seguir aprendiendo, pues si alguien puede ser gran maestro es él, sin duda.

Todos los días he juzgado en el mismo terreno, una finca con amplios y magníficos trigos y dos terrenos de habas, planta de mucha querencia para las perdices. En lo negativo debo mencionar que este año, quizás, ha sido el año que menos enceladas han estado las perdices, de hecho en el arbolado de las regueras había bandos enteros no emparejadas aún, lo que desluce el desarrollo de las pruebas por el peligro que representa para los perros acercarse a ellas y lo difícil de mostrarlas en esas zonas, con los riesgos de eliminación que eso supone, bien distinto de cuando están en medio del trigo emparejadas , pero esto es así y todos debemos aceptarlo.

Además, estar ocho días corriendo los perros en los mismos terrenos supone que los últimos días, ya casi por aburrimiento, las perdices no entran en el trigo y las que los primeros días están en las regueras desaparecen como por arte de magia y los resultados de las distintas baterías escasean, pero esto también forma parte de este juego por más que los presentadores se quejen ante la progresiva falta de patirrojas a medida que transcurren los días.

Este año los resultados y el rapport (comentario, por parte del juez a los presentadores y público presente sobre los perros clasificados) se han dado en el campo, al contrario que años anteriores, lo que ha permitido terminar antes cada día y facilitar el trabajo a los presentadores que cada tarde al finalizar la prueba tienen que hacer distintos trabajos con todos los perros que llevan en sus furgones.

Aunque ocho días de concurso son muchos días no ha sido posible ver todos los perros que había inscritos. Lamento, en este sentido, no haber juzgado los perros de presentadores importantes por la cantidad de perros que presentan como Luis Fuentes, Manolo Blanco, Mónica Novoa, Paco Peña, Vítor Silva o Emiliano Rodriguez. En cambio sí he podido juzgar los de Andrés Zamora, Francis Maudet, Javier Núñez, Daniel Imízcoz, Fusilier, Albert Morchón, Juan José Peña y Antonio M. y otros extranjeros nuevos para mí como los holandeses Hart y Langerbert, los italianos Bottani, Pezzi, Scarpecci, y Scarpinati o el serbio Cacik, llevando todos ellos algunos ejemplares de grandísima calidad. Buena experiencia ver estos perros.

El italiano Bottani ha presentado entre sus perros seis ejemplares de Braco de Weimar, según me dijo ahora están en auge en Italia. Su calidad en general era muy mejorable, cuatro no estuvieron en la nota del concurso, dos terminaron el turno pero solo uno lo hizo con cierto decoro. En cualquier caso fue un placer tener a concurso una raza desconocida en España en estas pruebas.

Sabía, asimismo, que vería perros excepcionales, unos ya conocidos y otros jóvenes que van llegando a la alta competición cada año. De todos ellos y de los resultados de mis baterías, así como de los rapport correspondientes escribiré próximamente.