Los mayores de Linares de Riofrío recrean por séptimo año la tradición de la matanza vecinal

Los mayores de Linares de Riofrío han demostrado una vez más su gran capacidad para organizar y dinamizar actividades que involucren a sus convecinos. En esta ocasión ha sido a través de la VII Jornada de la Matanza Tradicional, en la Plaza Mayor.

Esta iniciativa está promovida por la Asociación de Mayores Hogar del Pensionista con la colaboración del Ayuntamiento de esta localidad, y tiene como objetivo dar a conocer las labores del sacrificio del cerdo en un ambiente festivo a otras generaciones. En definitiva, convocar un día de convivencia y de fiesta para todos los que se han acercado hasta la Plaza Mayor a lo largo de la mañana y durante el mediodía.

El buen tiempo ha acompañado en esta ocasión a los matanceros y mondongueros, ofreciendo un día muy soleado y caluroso para realizar el sacrificio y despiece del cerdo, así como la comida popular al aire libre.

Las actividades de la matanza comenzaron el día anterior con los preparativos en la sede de esta agrupación de jubilados. Allí se encargaron de pelar las patatas, preparar los condimentos y todo lo necesario para preparar la comida y la representación de la matanza.

La jornada matancera empezó sobre las 10 de la mañana, con el sacrificio del cerdo. A continuación, los hombres lo llevaron hasta la Plaza Mayor, dónde procedieron a chamuscarlo. Para ambientar la mañana, un grupo se encargó de repartir aguardiente y dulces, mientras otro asaba carne en la fogata.

Al mismo tiempo, en la sede de la asociación, las cocineras se afanaban en preparar los casi 80 kilos de patatas, los 30 kilos de chichas y 25 de tocino, que se frieron hasta quedar bien tostaditos para acompañar a las patatas meneás.

Después de chamuscar al marrano, los matarifes iniciaron el proceso de despiece, mostrando cómo hacerlo y describiendo cada una de las piezas al público. A continuación, se fueron colocando en unas barras de madera, separando las carnes, paletas, jamones, tocino, etc?

En esta mañana tampoco faltó la música tradicional, a cargo de los tamboriles y flautas de Vicente Pérez Oliva y de otro de los mayores, así como las jotas bailadas por hombres y mujeres. El alcalde, Ignacio Polo, así como el teniente de alcalde, Santiago Santos, estuvieron colaborando en el desarrollo de esta jornada.

Sobre las dos del mediodía, las mujeres, con sus mandiles blancos, se encargaron de repartir la comida, mientras los hombres, se encargaban de rellenar los vasos de vino de la sierra. En ese momento fue cuando un mayor número de personas se dieron cita en la Plaza Mayor, atraídos por el olor de las patatas meneás y de las chichas.

Una comida de confraternidad que se realizó de pié en las mesas instaladas en el ágora linarense, en los pasos de entradas y en los bancos del centro del municipio.

La fiesta de la matanza prosiguió por la tarde en la sede de la Asociación de Mayores con el despiece total, el fregado de cazuelas y otros utensilios y las partidas de cartas. Los jubilados continuarán mañana por la mañana con la preparación de los adobos, un cocido para los socios y una nueva sesión de partidas de cartas.