Haciendo repaso

Yo de Rajoy, ponía a Elvira de ministra de los dineuros y ya, porque por lo visto la señora es un hacha recortando presupuestos con el filo del sentido común. Y es que las de la vieja escuela son chicas prácticas, y si no que se lo digan a mi señora madre, quien no solo se curtió en las filas de la Sección Femenina, recias y viriles donde las hubiera, sino que crió cinco hijos en aquellos tiempos en los que un yogourt era un artículo de lujo. Sí señores, yo debo ser la única española que no ha visto ni medio capítulo de la serie "Cuéntame", porque para evocar la butaca de escay y el papel pintado no me hace falta guionista. Lo siento en el alma, el revaival mío se limita a eso de Eva María se fue buscando el sol en la playa? y todo porque a mí la niebla me da dolor de cabeza.

Lo dicho, que a veces impera el menos común de los sentidos, ese que nos hace pensar en quienes no tienen ni extra ni brotes verdes, ese que no se lamenta por la muerte de Excalibur, sino por las pateras del barquito chiquitito. Ese que aboga por darle un zarpazo a Putin y ponerle una medalla a Obama con las obras completas de José Martí. La actualidad está que se desborda, y hasta el fiscal general se larga más que harto para que venga otro a hacer de la voz de su amo. En fin, a quien pretenderemos engañar, si hasta los catalanes se vuelven prácticos y no solo deberían contratar a Elvira como asesora económica de Mas, sino que apoyan Menos la causa soberanista. Es que entre unas cosas y otras estamos todos ya muy cansados y eso que no ha empezado la navidad. O sí, bueno, no sé, llevo tanto tiempo gastándome la extra que me temo que ni solsticio ni fornicio ni cena de empresa. Este año los amigos nos hemos ido de comida y me temo que enlazamos con el desayuno y todo brindando por la fiscal de menores, que eso de la judicatura nos pone mucho, tanto como la cosa económica, esa que no se resuelve ni con los mejores deseos del mundo. Por eso en vez de las palabras de la Cospe o las alharacas de la Báñez, yo apuesto por las medidas reductoras de Elvira y hala, a recortar gastos, fastos y demás zarandajas inútiles, y es que no hay nada mejor que una mujer práctica para mirar la realidad y decidir que nos falta mucho, pero mucho mucho para que todos estemos donde tenemos que estar? es decir, en el pleno empleo, en la dignidad de ganarse el pan con el sudor de la frente, con la reforma laboral que convierta al trabajador en un agente digno del cambio, del progreso, de todo lo bueno que está por venir. Y si no es así, señores míos, queroseno, que ya está uno harto de tanta tontería y ni podemos ni queremos confiar en otra cosa que no sea el sentido común y la labor diaria de cada uno de nosotros. Y que venga Elvira a pegar un buen recorte, afirmo.