Navidad cristiana

En estos tiempos actuales tan modernos, se ha producido un gran despertar tecnológico, un auge del progreso que ha mejorado indudablemente nuestra calidad de vida. Este pragmatismo diario, por otra parte, ha adormecido la parte espiritual, el yo interior de las personas que se ha visto abotargado por una sociedad en ocasiones demasiado consumista y que incita al egoísmo. El sentido religioso de la vida, indudablemente, también se ha visto perjudicado y con ello celebraciones tan importantes en la religión como la Navidad, que es el nacimiento del Niño Jesús.

Se están perdiendo las costumbres intrínsecamente unidas a las navidades, como es el cantar villancicos, poner el Belén en nuestras casas, la visita a las iglesias en ésta época o la tradicional misa del gallo. El espíritu navideño, está bien que se vea traducido en dar regalos a tus seres más queridos o poner un pino, pero no debe obviar la realidad cristiana que es la que fundamenta y da sentido a este periodo.

Actualmente hay algún sector que quiere eliminar cualquier referencia religiosa, quieren convertirla en unas fechas laicas y por eso desean, conscientemente, unas "Felices Fiestas" o como ya he escuchado alguna vez "Feliz Solsticio de Invierno" para con ello, evitar decir las palabras "Feliz Navidad". Y no deberían entenderse unas navidades ajenas a Cristo.

Apelo al espíritu navideño, a compartir con los más necesitados, a ayudar a nuestras madres y esposas en las tareas del hogar, a visitar las casas de nuestros abuelos, a ayudar a la gente en su transcurrir cotidiano? Que no seamos el Míster Scrooge del Cuento de Navidad de Charles Dickens y estas palabras no sean como él decía "¡Bah, paparruchas!" si no que sean el eje de nuestro comportamiento, el hacer en la medida de todas nuestras posibilidades, más felices y más fácil la vida a la gente que nos rodea.

Por ello, desde aquí, os deseo de todo corazón:

FELIZ NAVIDAD y PRÓSPERO AÑO 2015