Cáritas ayuda a más de un millar de familias salmantinas para acceder o mantener una vivienda

Apoyar a las familias con problemas para acceder a una vivienda digna, o para mantenerla, es el principal objetivo de la campaña de Cáritas 'Tienes mucho que ver', pero no el único.

José María Rodríguez ha explicado este miércoles que también hay que reclamar que la vivienda "es un derecho para el desarrollo de la persona y para su integración social". La campaña, cuya colecta se realizará el próximo domingo, cuenta también con el apoyo de los empresarios del Mercado Central, que han ayudado con la instalación de huchas en los diferentes puestos. Rodríguez destacó que entre octubre de 2013 y octubre de 2014 Cáritas ha ayudado a 1.036 familias en materia de vivienda, 48 más que en 2013, con 3.096 ayudas y 579.187 euros, destinados al pago del alquiler y al mantenimiento de la vivienda, como agua, luz o calefacción.

Una ayuda, explicó, menor que el año anterior debido al descenso de la recaudación, un 23% menos que en 2013, alcanzando los 66.478 euros. Rodríguez hizo referencia a que actualmente el 16% de los hogares de Castilla y León está afectado por factores de exclusión residencial y apuntó que en el 33% no se mantiene una temperatura adecuada por falta de recursos y un 10% no puede hacer frete a los gastos de la vivienda. En cuanto a la situación en Salamanca, segunda provincia de la Comunidad, con el precio de la vivienda más caro, en los nueve primeros meses de 2014 se han producido 282 desahucios, un 12% más que el año anterior y 160 en el tercer trimestre de este año, con un total de 2.710 desde que comenzó la crisis.

Por su parte, Oliva Martín, destacó que la vivienda "es un derecho esencial para el desarrollo de la persona y cuando se pierde, es el inicio de perderlo todo".

Aumentan las familias que comparten vivienda

En una operación de Cáritas que calificó como "clave", sobre el perfil de las familias ayudadas por esta ONG, destacó que cada vez son más las familias que comparten vivienda y el aumento de las jóvenes, entre 20 y 40 años, con niños pequeños, por lo que la vulnerabilidad de la juventud "es un proceso creciente".

Oliva Martín hizo referencia a que si antes tener trabajo era garantía para tener una vivienda y una vida digna, ahora "para muchas familias es difícil conseguirlo, aun teniendo trabajo". Aunque siguen siendo las personas sin trabajo y sin prestaciones y las familias monoparentales con cargas familiares las personas que más recurren a Cáritas para hacer frente a los gastos de su vivienda.