Fiesta sorpresa para Emiliano Bartolomé con motivo de su jubilación

Más de 60 personas entre familiares y amigos participaron en una fiesta sorpresa que tuvo a Emiliano Bartolomé como protagonista. El motivo, su llegada a los 65 años el pasado 3 de diciembre y su jubilación al frente de Vitimotor a partir del nuevo año, taller mecánico de automóviles que a lo largo de más de 25 años ostentó el Servicio Oficial Ford en la comarca de Vitigudino, y que a partir de enero su timón caerá en las manos de Ángel, que de esta forma pasa de empleado a empresario.

La celebración tuvo lugar en los salones del Complejo Hostelero 'El Quijote' y a iniciativa de sus hijas Maritere y 'Jenni', primero con un excelente banquete con entremeses, langostinos, tostón y tarta con decoración cinegética incluida por ser esta su afición favorita, como se encargaron de recordar en un audiovisual que recogía algunas de las imágenes más significativas de su vida, un momento en el que junto a su mujer, Maritere, no pudo reprimir emocionarse.

Sus inicios en la mecánica en el taller de Benito Medina, la mili en Ceuta, o la pose junto al Avia de cabina anaranjada que recorrió todos los pueblos de Vitigudino y Sayago, especialmente; junto su llegada al altar con Maritere, el nacimiento de sus dos hijas y, sobre todo, el de su nieta Yaiza y las abundantes perchas de conejos de hace tres décadas fueron algunos de los momentos más emotivos de la celebración.

En los postres, y tras finalizar la proyección, los invitados procedieron a la entrega de obsequios en recuerdo de este día, unos con más acierto que otros, pero todos con la intención de agradecerle su amistad. Además de familia, todos los que allí estaban son sus amigos, aunque ?por desgracia?no estaban todos los que son o lo fueron, unos porque nos dejaron y otros porque otras obligaciones no se lo permitieron, aunque seguro que en algún momento de este día Emiliano estuvo también en sus corazones.

Como colofón a esta celebración, los asistentes pudieron disfrutar de la copla en la voz de El Niño de Boadilla, para concluir con un animado baile.