Tensión, expulsiones y faltas consiguieron colgar el 2-2 entre el Betis C.F y el CD Peñaranda

A priori el encuentro con el Betis C.F iba a vivirse en el Luis García casi como se ha desarrollado el domingo, intenso, tranquilo y despejado, sobre todo viendo la fortaleza y las ganas con las que salieron al campo los de Juampi. Pero todo lo planteado se dio la vuelta.

La primera mitad fue de mal juego para el CD Peñaranda, desbarajuste y falta de concentración, algo que combinado con la suerte supuso el 1-0 a favor rozando el descanso.

Los segundos 45 minutos presentaron una mejoría en jugadas, ritmo y ocasiones, gracias a lo cual llegaba el 2-0 y un punto de alivio para equipo y aficionados. La paz se convertía en tensión en la recta final de la segunda mitad cuando el arbitro pitaba una sucesión de faltas a favor del Betis lo que se traducía en su primer tanto en el 88 de partido. Desde ahí la situación fue subiendo de tono durante los 7 minutos añadidos, un tiempo en el que los morados encajaban el empate tras un fallo clamoroso del portero recibiendo un disparo desde medio campo.

El ambiente y los ánimos llegaron a tal extremo que el colegiado decidía expulsar a los entrenadores de ambos conjuntos, una acción que generaba una gran pitada y momentos de mucha tensión entre equipos y aficionados.

Juan Pablo Jiménez, técnico del CD Peñaranda describe lo vivido como "un robo en toda regla. El arbitro ha pitado las faltas necesarias para conseguir el empate del rival". Sobre el juego de los locales explicaba que "hemos liado con mil fatalidades, no hemos mostrado buen juego pero seguiremos trabajando para mejorar y fortalecer el equipo".