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La curación de Teresa Romero da un respiro al sistema sanitario en su control del ébola
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El segundo test ha dado negativo, 48 horas después de que en un primer análisis no se detectara el virus

La curación de Teresa Romero da un respiro al sistema sanitario en su control del ébola

Actualizado 21/10/2014
Redacción

La auxiliar de enfermería gana la batalla a la depredadora enfermedad y abandonará el aislamiento

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El sistema sanitario respira tranquilo después de la curación de Teresa Romero. La auxiliar de enfermería ha superado la infección de ébola tras dar negativa la segunda prueba que se le ha realizado y se considera que está "curada", según los criterios que establece la Organización Mundial de la Salud (OMS). Así lo ha confirmado en una rueda de prensa el jefe de la unidad de enfermedades infecciosas del Carlos III, Ramón Arribas, que ha añadido que "durante un periodo de tiempo" la paciente puede desarrollar alguna sintomatología, aunque confían en su total recuperación en un futuro.

No obstante, el protocolo establecido para los hospitales de Castilla y León sigue activo, siguiendo las instrucciones marcadas por Sanidad.

Según informó El Norte de Castilla, desde el sábado las pruebas han sido negativas al virus, pero los médicos necesitaban dos resultados negativos con un margen de 48 horas y después de que el cuerpo de la paciente estuviera libre de la fuerte medicación que se le ha proporcionado durante estos quince días que ha permanecido aislada en la sexta planta del hospital madrileño. "Hemos pasado días duros. Lo hemos pasado un poco mal todos, pero estas cuatro PCR negativas nos dan un poco de tranquilidad y descanso. Ahora hay que esperar a que se reponga", ha celebrado Marta Arsuaga, miembro de la Unidad de Medicina Tropical del Carlos III.

Sobre el tratamiento aplicado a la paciente, Arribas ha asegurado que es "imposible saber si el suero de otros pacientes, el antivirual experimental Favipiravir o el Zmapp tienen o no eficacia al no poder contar todavía con un grupo de control".

El jefe de la Unidad de Enfermedades Infecciosas ha explicado que otros países están pidiendo información al hospital madrileño sobre el tratamiento aplicado pero ha reconocido que la "incertidumbre" sobre la eficacia de los tratamientos es alta en todo el mundo.

Aunque no ha dado muchos más detalles sobre cuál será el siguiente paso en la recuperación de la enferma ni cuántos días permanecerá ingresada para preservar su intimidad, Arribas ha destacado que la "fortaleza física y mental" de Teresa ha sido clave para superar la infección.

La auxiliar de enfermería pasará en los próximos días a planta donde seguirá adelante con su convalecencia hasta tener una vida normal. "Una cosa es el negativo en sangre y otra lo que ha podido hacer el virus, por lo que vamos a seguir controlando a Teresa", ha explicado Fernando de la Calle, miembro del equipo médico que ha tratado a la paciente.

En el Carlos III permanecen aún los quince contactos de alto riesgo que están en cuarentena. Siguen asintomáticos. Irán abandonando el hospital a medida que se vayan cumpliendo los 21 días de incubación que como máximo tiene el virus desde el último contacto con la auxiliar. Esta semana saldrán algunos de ellos, como la médica que atendió a Teresa en el centro de salud o las peluqueras que la depilaron dos días después. Su marido, Javier Limón, lo hará a principios de la próxima semana. Además, hay 68 personas que siguen en observación domiciliaria, consideradas de bajo riesgo.

Primera infectada fuera de África

Teresa Romero formó parte del equipo del Hospital Carlos III de Madrid que atendió al misionero Manuel García Viejo, enfermo de ébola, que fue repatriado a España desde Sierra Leona el 22 de septiembre. La sanitaria accedió a la habitación del paciente en dos ocasiones.

La primera, durante su estancia en el hospital para cambiarle un pañal; y la segunda, el 25 de septiembre, para recoger la habitación cuando el religioso ya había fallecido. Dos días después se presentó a las oposiciones de auxiliar de enfermería de la Comunidad de Madrid.

El día de 30 de septiembre comenzó a sentirse mal, con fiebre y astenia. Decidió acudir a su ambulatorio, pero no le comunicó a su doctora que había estado en contacto con el ébola, tal y como ella misma confesó. Cuando los síntomas comenzaron a agravarse, Teresa se puso en contacto con el Carlos III, pero como la fiebre no era muy alta decidieron que permaneciera en su casa.

El 6 de octubre, la sanitaria sufrió un empeoramiento y se ordenó su traslado al Hospital de Alcorcón. Tras dar positivo por el virus, esa misma noche fue trasladada al Carlos III para recibir tratamiento. Durante las dos semanas de aislamiento ha recibido suero de supervivientes del ébola y el antiviral Favipiravir. Aunque se llegó a temer por su vida, finalmente ha superado el virus.

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