La historia de Mirat, la historia de Salamanca

Hablar de la historia del complejo industrial de Mirat y de la familia que lo sustenta lo es también del devenir de Salamanca. La Casa Mirat ha decidido editar un libro sobre el recorrido

industrial e innovador de esta saga de emprendedores de origen francés en la capital salmantina entre 1746 y 1908.

José Ignacio García, directivo de Mirat, aseguró a SALAMANCArtv AL DÍA que se trata de la primera de las dos partes que se publicarán sobre la interesante historia del principal complejo industrial de Salamanca, pero sobre todo de la familia que lo impulsa y que se ha convertido en un referente empresarial en la península ibérica.

El presidente de la compañía, Juan Antonio Ortiz de Urbina, afirma que 'Mirat. 1746-1908' tiene su origen en la gran información "que nuestro tío Gregorio recopiló y que fue aprovechada por el Museo del Comercio de Salamanca en la exposición 'S.A. Mirat, 160 años de publicidad fabril' en 2010 y en la publicación 'El barrio de Mirat' en 2012".

El director de este museo, Miguel García-Figuerola escribió los primeros párrafos de este proyecto "cargado de ilusión", "que ha sido después realizado de manera brillante por la historiadora María

Ordóñez, quien ha perfilado un estudio documental del origen y evolución de la familiar Mirat en España, desde la perspectiva de la empresa, riguroso y exhaustivo", explica Ortiz de Urbina.

El libro recoge los hitos más importantes relacionados con la familia desde el año 1746, momento de la llegada a Salamanca de Jean Mirat Mercier, hasta el año 1908, en que muere Juan Casimiro Mirat.

Este riguroso trabajo contrasta lo acontecido en las fábricas de Mirat con lo acaecido en la ciudad de Salamanca, a través de la abundante documentación recopilada en los archivos provincial, municipal, diocesano, la filmoteca de Castilla y León, Cámara de Comercio e Industria, así como en el Departamental de La Corrèze y Cantal. En el libro han colaborado estrechamente el presidente Ortiz de Urbina como los directivos José Ignacio García y Javier Castilla Ordaz.

Redacción

Fotos: Jaime Tello García y Aitor Mata

El complejo fabril más importante de la ciudad

En las décadas finales del siglo XIX se levantó, sobre las ruinas del convento de San Jerónimo, el que sería el complejo fabril más importante de la ciudad. Éste quedará ligado para siempre al nombre del industrial salmantino que plasmó en él su visión empresarial: Juan Casimiro Mirat. Fue la culminación de na trayectoria que comenzó a fraguarse en 1746, cuando su tatarabuelo, Jean Mirat, estableció en Salamanca su primera manufactura de polvos de almidón en la calle de Bordadores.

La premisa bajo la que se rigen las cinco generaciones Mirat, responde a lo que debe ser el espíritu empresarial moderno: invertir casi todos los beneficios que les reporta su trabajo en mejorar y modernizar la producción y comercialización.

Los inicios, si bien modestos, dejan traslucir una imagen de solidez y solvencia económica que serán imprescindibles a la hora de afrontar los momentos clave de la historia de la casa Mirat.

Tras el fallecimiento de Juan Casimiro sus hijos cumplen su voluntad de dirigir la casa Mirat conjuntamente. Ya como Hijos de Mirat aprueban y deciden de común acuerdo sobre el devenir de algunos de los negocios heredados, así como abrirse a nuevos retos. Éstos se plasman en la expansión empresarial hacia Extremadura donde controlarán directamente el abastecimiento de materias primas para su fabricación de abonos. Anejo a ello, se introducen en el sector del transporte de mercancías y viajeros y de ahí, a la distribución de coches y suministro de combustible. Al mismo tiempo no cesará su empeño en impulsar la industria de Salamanca incorporándose, por ejemplo, al sector de la metalurgia.

Hoy, S.A. Mirat, al igual que hicieran las diferentes razones sociales que le han precedido, se ha ido adaptando a los desafíos que han planteado los últimos cien años de la historia y economía de España. Aún así, no ha renunciado, en ningún momento, a segur siendo una empresa de índole familiar.

María Ordóñez (Historiadora)

La industria salmantina

Inauguración de una fábrica

Galantemente invitados por los señores de Mirat asistimos el sábado a la bendición e inauguración de las nuevas fábricas recientemente instaladas y, francamente, al recorrer aquellos locales, al ver aquella profusión de máquinas funcionando toda a la vez, al oír aquel ruido ensordecedor al cual por desgracia no estamos acostumbrados, nos creímos transportados a otra región, nos figuramos haber salido de Salamanca y encontrarnos en una de esas ciudades donde todos es movimiento, donde todo es trabajo.

Lástima que una pluma como la mía, sea la encargada ?por empeño del Director de este periódico- de reseñar la hermosa fiesta del sábado y de cantar alabanzas al industrial salmantino don Juan Mirat, que hace olvidar por unas cuantas horas ?el tiempo que se tarda en recorrer sus locales- la apatía que esta Ciudad siente a todo lo que es adelanto industrial.

M. González Calzada

El Adelanto, 3 de abril de 1905