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Al sur de los Pirineos
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Al sur de los Pirineos

Actualizado 11/10/2014
Redacción

JULIO FERNÁNDEZ / Profesor de la Usal

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Se atribuye a Alejandro Dumas la despectiva frase hacia España: "África empieza en los pirineos", tan utilizada en los siglos XIX y XX, donde se plasmaba el atraso generacional y la especificidad cultural de nuestra patria, el país más atrasado de la Europa occidental, a pesar de haber ostentado un floreciente pasado.

Bien es cierto que desde la unidad de los reinos peninsulares con los Reyes Católicos y la obsesión por la expulsión de los disidentes, nuestro país se convirtió en lo que algunos historiadores denominan 'la historia de las raíces rotas'. Judíos, musulmanes, cristianos nuevos, luteranos, enciclopedistas, liberales, anarquistas o marxistas se quedaron sin país por las decisiones de nuestros gobernantes, que utilizaban el terror infame de la Inquisición o sus sustitutos cuando ésta desapareció, como el Tribunal de Orden Público, para perseguir, torturar y ejecutar a los heterodoxos, los que pensaban diferente a la ignominiosa doctrina oficial.

En estos días me golpea en la memoria más que nunca esta frase con la aparición del primer infectado por Ébola en Europa (ocurrido en Madrid) y la pésima gestión que se está haciendo por parte de las autoridades sanitarias, desde el Presidente del Gobierno, a la Ministra de Sanidad, pasando por el doctorado en necedad y consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Javier Rodríguez, quienes culpan a Teresa, la sanitaria infectada, de mentir y de ser la responsable de la llegada de la enfermedad a nuestro país por no haber adoptado las medidas de seguridad sanitarias pertinentes en este caso. Es lo más indigno, asqueroso y repugnante que he oído en los últimos días. Viene, además, de un alto cargo de una Comunidad Autónoma que está plagada de presuntos casos de caciquismo y corrupción política, consentidos y amparados por quienes tienen el deber trabajar por el bien común y administrar con rigor y austeridad los recursos públicos, que, no olvidemos, pertenecen a todos los ciudadanos.

Otro ejemplo de que estamos más cerca de regímenes políticos africanos que los de países desarrollados en el plano político, económico y de respeto a derechos y libertades de sus ciudadanos, lo constituye el escándalo de las denominadas tarjetas 'opacas' de Caja Madrid y Bankia, que utilizaban muchos directivos para gastos indiscriminados y de puro lujo, recreo u ornato.

Miguel Blesa y Rodrigo Rato, que fueron presidentes de la entidad bancaria, gastaron un total de 436.000 euros el primero y casi 100.000 el segundo, amén de lo dilapidado por otros directivos pertenecientes a sindicatos y partidos políticos (como PP, PSOE o IU). Llama la atención que uno de los vicepresidentes y principal valedor de Blesa, Moral Santín, de IU, haya dispuesto de un total de 456.500 euros. No sé cómo no se les cae la cara de vergüenza a estos individuos que, con su actuación, quebraron la entidad bancaria, teniendo que ser rescatada con el dinero de todos los españoles.

Si el funcionamiento del Estado de Derecho en España fuera el adecuado conforme al ordenamiento constitucional, estos señores serían imputados y condenados. De hecho, el juez de la Audiencia Nacional, Fernando Andreu, ha abierto una pieza separada en el caso Bankia para imputar a Blesa y Rato por presuntos delitos societarios y de apropiación indebida, en el caso de las tarjetas B. Pero los antecedentes no son nada halagüeños y, por desgracia, jueces que han querido investigar la corrupción política y económica como Garzón en el caso Gürtel y Elpidio Silva (precisamente por investigar a Blesa y decretarle prisión provisional), han sido condenados con la pena de inhabilitación y difícilmente podrán volver a ejercer la carrera judicial.

Hay infinidad de casos más que prueban nuestro alejamiento de Europa y nuestra proximidad a África, algunos de ellos acaecidos esta semana, como el triste ejemplo que ha dado Cañete en el examen previo a ocupar la Comisaría Europea de la Energía o el caso de corrupción protagonizado por el líder del PSOE y UGT asturiano, Fernández Villa, que ocultó 1,4 millones de euros a la Hacienda Pública. ¿De dónde los había obtenido? Y luego tiene la desfachatez de aparecer en actos públicos junto a trabajadores (muchos de ellos desempleados y con graves problemas económicos) con el puño en alto cantando la Internacional. ¡Ay si Pablo Iglesias (el fundador del PSOE) levantara la cabeza!

Esta es nuestra España. Me gustaría que fuera otra, que estuviera más cerca de París, Berlín, Bruselas o Estocolmo. El pueblo, en democracia, puede conseguirlo, aunque sólo si empujamos todos en la misma dirección o al menos una inmensa mayoría.

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