La lluvia dará una tregua este sábado a la novena Ruta de Senderismo ‘Puerta de Las Arribes’

Las previsiones meteorológicas con un día sin lluvias, colocan a la novena Ruta de Senderismo 'Puerta de Las Arribes' como una oportunidad única para conocer el Tormes más agreste durante el puente de la fiesta del Pilar. Será el próximo sábado, 11 de octubre, y los senderistas tendrán ante sí 13 kilómetros en un recorrido para auténticos amantes de la naturaleza.

A lo largo del trazado los senderistas podrán observar un río encajonado entre picones y racheros tras abandonar las suaves tierras de los Campos de Ledesma. Aquí, bajo la presa de Almendra, en pleno Parque Natural Arribes, el Tormes recobra el aliento entre arribanzos para ir en busca del Duero en Ambasaguas, último suspiro del hijo de la Sierra de Gredos.

La marcha discurrirá entre los parajes de El Pasadero y Ambasaguas, y en el medio por lugares tan emblemáticos como místicos, El Encuentro, Vendemoro y El Esbedal, dejando por arriba el Teso de San Cristobal, santuario de pobladores descendientes de culturas celtas, Las Coronas o El Reventón, para dar vistas a Zarapallas, donde los más viejos del lugar aseguran que las brujas celebraban sus aquelarres las noches de San Juan.

La ruta comenzará a las 10.30 horas en el paraje del Pasadero. Desde este lugar, situado a unos cuatro kilómetros de la localidad y al que llegarán en transporte facilitado por la organización desde la plaza del pueblo, partirán por el camino de Los Rosales en dirección a Los Chiquerinos, donde podrán contemplar construcciones tradicionales utilizadas para el resguardo del ganado.

En este lugar, los senderistas tendrán ante sus ojos uno de los paisajes que identifican las Arribes del Tormes, a su derecha, 'los hornos de la cal', llamados así porque en un tiempo, bajo grandes fayones, los habitantes de estas tierras utilizaban las oquedades de la roca como hornos para hacer este material que usaban para levantar y limpiar de gérmenes sus casas. De frente podrán ver el Picón del Encuentro, un gran rachero que se iza sobre el mismo cauce del Tormes, y a su derecha, Vendemoro con el Teso de San Cristóbal como eterno vigía.

Cruzado El Esbedal y con El Guindalatero como testigo del trasiego entre fermosellanos y villarinenenses, que un día trabajaron las laderas del río, comienza el ascenso hacia Teso de las Coronas. A partir de este paraje, la marcha continúa dejando a la derecha Arnales para adentrarse en el Reventón y cruzar más abajo el regato de Zarapallas.

Aquí se presentarán dos opciones tras atravesar Los Cabriles, continuar camino abajo hasta Ambasaguas o continuar por el monte en dirección al Teso de la Bandera, donde se encuentran las antiguas casas de los carabineros que un día guardaron el paso a Portugal por el Duero, y donde se pondrá fin a la ruta con una comida.

A la llegada a Ambasaguas, lugar en el que el Tormes entrega sus aguas al Duero, los participantes podrán degustar asados de carne y productos de la tierra como los vinos de la DO Arribes o sus quesos elaborados con leche cruda de oveja, además de aceitunas de sus olivares y el mejor aguardiente para reponerse tras un recorrido de dificultad media-alta.

En definitiva, una de las rutas más bellas que ofrecen las Arribes del Tormes, en un tiempo en el que los ocres se entremezclan con un campo reverdecido por las últimas lluvias. A lo largo de este recorrido, los senderistas descubrirán los bancales y paredones que sujetan las tierras un día labradas y sobre las que se asentaron viñedos, almendrales y olivares, casitas de pastores y corrales de piedra que en un tiempo fueron refugio de los hombres y sus animales.