Ciudad Rodrigo empieza a decir adiós a su emblemático Árbol Gordo

Los intentos por salvarlo han sido múltiples a lo largo de los últimos años pero, desgraciadamente, la vida del Árbol Gordo de Ciudad Rodrigo ha llegado a su fin. A primerísima hora de la mañana del lunes, empleados de jardinería del Ayuntamiento iniciaron el corte de todas las ramas del Árbol, primer paso para su despedida definitiva.

Todos aquellos mirobrigenses que quieran decir por última vez aquella mítica frase de "quedamos en el Árbol Gordo" tienen por delante 3-4 meses hasta el momento de la retirada completa de uno de los grandes símbolos de Miróbriga.

Como se había podido ir viendo durante los últimos meses, el árbol había ido sufriendo una progresiva inclinación, producto de su peso y de su situación interior, donde había dejado de 'ser un árbol', estando hueco o relleno de elementos artificiales.

La inclinación ?estaba a punto de tocar la señal de tráfico allí situada- suponía un riesgo muy notable para los peatones, y también para los vehículos, por lo que, aunque "fastidia que seas tú quién tenga que hacerlo" -como apuntaba el primer teniente de alcalde, Marcelino Cordero-, el Ayuntamiento se ha visto obligado, en aras de la seguridad, y a partir de las recomendaciones de los técnicos de jardinería del propio Consistorio, a retirar el viejo Árbol, un olmo de tipo negrillo.

Aunque no se puede precisar con exactitud cuándo se plantó, el responsable del Archivo Municipal, Tomás Domínguez, explica que en los documentos municipales hay varias referencias ?en varios años diferentes- a plantaciones de olmos por esa zona a finales del siglo XIX, por lo que supone que el Árbol Gordo se plantó en aquella época.

Posteriormente, fue adquiriendo vigorosidad hasta ser uno de los grandes símbolos de la ciudad, en torno al cual se han congregado todas y cada una de las generaciones de mirobrigenses nacidos en el siglo XX e inicios del XXI.

Por desgracia, el Árbol se vio afectado por la enfermedad que sufren los olmos de tipo negrillo, la grafiosis, iniciándose un progresivo deterioro de la estructura. Para no tener que dar el doloroso paso que se ha dado ahora, el Ayuntamiento procedió a rellenar los huecos que se iban abriendo con resinas especiales o incluso con cemento. Asimismo, se había colocado una hiedra a su alrededor para "intentar darle vida".

Pese a esos esfuerzos, "el Árbol tenía el mal dentro", como explica Marcelino Cordero, agravándose el deterioro en los últimos meses con una progresiva inclinación que suponía un severo riesgo, por lo que el Ayuntamiento se ha visto obligado a retirarlo, en dos fases.

Por un lado, antes de que llegue la época de lluvia y vientos, se ha procedido al corte de las ramas para aliviar al Árbol de peso. Mientras, entre los meses de diciembre y enero está previsto que se produzca la retirada del tronco. La retirada tendrá lugar en esos meses porque es el momento idóneo para la plantación de un nuevo árbol, que pasará a ocupar ese emblemático espacio de Miróbriga.

Según explicó en la mañana del lunes el primer teniente de alcalde, Marcelino Cordero, a Ciudad Rodrigo Al Día, se va a intentar buscar un árbol "lo más parecido posible" al Árbol Gordo, de edad avanzada, y que tenga un buen porte para que ya sea significativo cuando se plante en el lugar. Debido a que los olmos de tipo negrillo están afectados por la grafiosis, lo más probable es que el lugar sea ocupado por un castaño o un plátano.