Un Día de la Provincia marcado por la incertidumbre

Si son todos los que estaban, aunque no estaban todos los que son, y ello a pesar de ser el último Día de la Provincia de la actual legislatura, un acto que sirvió para reconocer la labor realizada por Asprodes en estos últimos 50 años en defensa de las personas discapacitadas, además de reconocer la ingrata labor ?en muchas ocasiones? de ser alcalde, especialmente en los pequeños municipios, donde en su mayoría la única contraprestación que reciben es haber renovado la confianza de sus vecinos tras cuatro años de desvelos y preocupaciones, y eso cuando la consiguen.

Por ello, este último Día de la Provincia de la actual legislatura tenía ciertos matices preelectorales, con una importante presencia de autoridades políticas, pero con significativas ausencias, entre ellas la de la senadora y expresidenta de la Diputación, Isabel Jiménez, o la de su predecesor como delegada de la Junta y actual teniente de alcalde de la capital, Agustín Sánchez de Vega, menos frecuente en este tipo de actos, aunque ya hay quien sugiere que deberá acostumbrarse.

Por el contrario no faltó el alcalde capitalino, Alfonso Fernández Mañueco, que recibió con un abrazo a S. M. 'El Viti' a su entrada en el patio de La Salina, aunque para abrazo el que protagonizó con el diputado provincial socialista Francisco Martín del Molino, tal vez recordando viejos tiempos en el salón de plenos de la Diputación mientras Isidro Rodríguez Plaza intercambiaba confidencias con Chabela de la Torre, que lucía un vestido verde turquesa que destacaba de los trajes grises y azules de sus compañeros de bancada, unos más presentes que otros; entre los primeros, Alejo Riñones, Antonio Gómez, Eva María Picado y José Prieto, que no perdieron oportunidad para la conversación, muchos más relajados que los vicepresidentes Carlos García y Francisco Albarrán, siempre más serios y metidos en el papel del protocolo.

El pleno de la Diputación estuvo al completo, aunque a punto quedó de cometer falta el diputado socialista por la comarca de Vitigudino, José Francisco Bautista, que llegó por segundos al inicio del acto. Esto también lo tenía controlado.

La bancada principal comenzaba con la presidenta de las Cortes regionales, Josefa García Cirac, que vestía un bonito vestido azul cielo estampado y chaqueta de punto beige, seguida del alcalde y el gerente de Servicios Sociales; el presidente del Consejo de Cuentas de Castilla y León, Jesús Encabo; el delegado Territorial de la Junta, Bienvenido Mena; y los diputados al Congreso por el PP, María Jesús Moro y José Antonio Bermúdez de Castro.

En la segunda fila podía observarse a la diputada Mariate Cobaleda y a los senadores Julián Lanzarote y José Muñoz, además de los procuradores Salvador Cruz, Purificación Pozo, Concepción Miguelez y Julián Ramos, y más en solitario, el también alcalde de Vitigudino, Julio Santiago. En representación del PSOE, además de los diputados provinciales, tampoco faltaron al acto el portavoz en el Ayuntamiento de Salamanca, Enrique Cabero, o el procurador Fernando Pablos, que brindó un efusivo abrazo a El Viti.

Además de distintas autoridades militares y de las fuerzas de seguridad del Estado, otras personalidades que quisieron sumarse a este Día de la Provincia fueron el presidente de Caja Rural, Ernesto Moronta, y S. M 'El Viti'.

Comienzan los movimientos

En cuanto a alcaldes, tal vez la comarca mayormente representada fue la de Vitigudino, aunque pudieron observarse varios grupos y a algunos de ellos descolgados del resto, lo que no deja de ser sintomático de un cierto alejamiento, una circunstancia que tal vez pasaría desapercibida en un momento distinto al actual. El acto dejó imágenes bastante significativas.

Todos escucharon con interés el discurso del presidente de Asprodes José Gómez Martín, pero más aún el del presidente de la Diputación Javier Iglesias, quien volvió a defender el municipalismo en unos tiempos nada halagüeños para los pequeños municipios, unas palabras que cuando menos llenan de confusión a quien haya escuchado las intenciones del Gobierno respecto a la reforma de la Administración Local, que deja a los pueblos bajo mínimos.

El mensaje de Iglesias, como cabía esperar en esta recta final de la legislatura, tuvo ciertas connotaciones electoralistas y populistas, pero sobre todo quiso reconocer la labor fundamental de los alcaldes en los municipios, cada vez más diezmados en posibilidades para salir adelante, especialmente los más pequeños, que viven una situación bien distinta a los grandes núcleos urbanos.

Pero sin duda, este último Día de la Provincia de la legislatura vino marcado por la incertidumbre sobre el futuro de la mayoría de nuestros pueblos, con una reforma de la Administración Local que todos temen y sobre la que la mayoría calla, al menos de puertas para afuera, porque ya se sabe aquello de que 'el que calla otorga', unos porque han asumido otra realidad y otros ?los menos? porque no quieren desaparecer de la foto, y es que los movimientos comienzan ya a percibirse, porque para muestra.., un botón, aunque por lo observado no habrá demasiados cambios.