Las patas de gallo de Jonah Hill y Channing Tatum

Jenko y Schmidt vuelven a Jump Street, esta vez al número 22. Allí se encuentra la sede de la nueva operación de infiltración policial, ahora en la universidad. Infiltrados en la universidad es la secuela de Infiltrados en el instituto que tuvo bastante aceptación por parte de los espectadores.

Nos encontramos ante una comedia fácil, simple pero efectiva. Por medio un guion simple: los buenos tienen que coger al malo, sufriendo algún contratiempo por el camino pero lo consiguen. Es decir, la película es parte del engrasado industrial cinematográfico de Hollywood, fácil y resultón porque funciona. ¿Para qué exprimirse la cabeza?

Dos horas de película en las cuales piensas ¿para qué gasto mí tiempo ahora si la veré un sábado por la tarde? La película tiene momentos graciosos con un Jonah Hill en su salsa (corre el riesgo de encasillarse, sino lo ha hecho ya) Por otro lado, Channing Tatum parece que pretende ser el eterno actor para adolescentes pese a que se le empiezan a notar los años. Si Dr. Dre y MC Ren vieran en lo que se ha convertido Ice Cube, un actor mediocre y estereotipado, jamás hubieran formado con él N.W.A.

La película puede resumirse como en algo predecible, fácil y resultón. Si hay que producir un determinado número de películas que no supongan perdidas económicas, Infiltrados en la Universidad es una de ellas.